LA VERDADERA FORMA DE INTERNET

¿Qué pasaría si pudiéramos pintar en un mapa la situación de todas las DIRECCIONES IP del mundo? Solo en Nepal hay 52.000 direcciones IP ¿Te parecen muchas? Pues no representan más que el 0,001% del total mundial. En Estados Unidos, sin embargo, hay un 52,64% de las direcciones IP que existen en el mundo, y en Francia y Alemania, en torno al 3%. Mientras, en España poseemos el 0,77%, un porcentaje muy parecido al de Suecia, por ejemplo. Todo esto, según los datos de IPligence, la empresa británica que ha dibujado el primer mapamundi de internet en el planeta. “Queríamos saber qué forma tenía internet, ya que teníamos la impresión de que no éramos conscientes de su magnitud y proporciones. Y cuando vimos el resultado, no tuvimos más remedio que compartirlo con el mundo”, asegura David Oliva, responsable de Desarrollo de Negocio de esta empresa. “Sobre todo, porque surgen datos curiosos que no te esperas. Por ejemplo, nos han llegado emails que achacan a un fallo nuestro que aparezcan tantas direcciones IP en la Antártida. Sin embargo, no es un fallo. Son exactamente 15.620, y se deben a que hay muchos equipos de científicos en esta zona; ellos son los propietarios de estos accesos a internet”, continúa Oliva. Pero ¿cómo obtienen estos datos?

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Reparto de la red Una dirección IP, en realidad, no es más que un número que identifica un punto de conexión dentro de la red de redes. De esta forma, si sabemos la cantidad de estas direcciones que hay en un lugar determinado, sabremos cuántas conexiones hay y cómo están distribuidas geográficamente. La institución internacional encargada de repartir y controlar estos números es el ICANN, o Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (http://www.icann.org/), que a su vez tiene cinco organizaciones continentales que se encargan de repartir y gestionar direcciones IP entre quienes lo solicitan. Por otro lado, hay empresas como IPligence que escanean la red en busca de cada dirección IP y recopilan información relacionada con ellas; como, por ejemplo, su localización geográfica. Después, con estas referencias confeccionan bases de datos muy útiles para empresas de todo tipo que operan en internet. Por ejemplo, una tienda online recibe una orden de un cliente en EEUU para comprar un disco; la empresa –automáticamente, usando la tecnología de IPligence– determina que esta IP está físicamente en Nigeria. Evidentemente, algo no cuadra, así que la orden no se procesa hasta que no se determina su legitimidad.

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Este es el aspecto de la ‘Galaxia Bloggera’Estudios recientes indican que hay cerca de 60 millones de blogs en la red. Aunque este dato no es demasiado fiable, ya que también se asegura que cada día nacen 175.000 nuevos (2 cada segundo). El experto estadounidense Matthew Hurst ha metido los parámetros de la blogosfera en un software, de los que usan los sociólogos para visualizar las redes sociales, y ha obtenido su “silueta” (foto). Los colores representan las distintas clases de blogs que hay, tales como los de tecnología o los exclusivos de un experto. Sé desde donde te conectas Otro uso importante es el de seguimiento de delitos online. Así, por ejemplo, un banco contrasta todas las transacciones de tarjetas de crédito que recibe por internet y elabora una base de datos estadística sobre la fuente y localización geográfica de las transacciones. También, el rastreo de direcciones IP ha averiguado cosas más serias, como redes de pedofilia o timos en la red. Para esto sirve conocer una dirección IP

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Si entras en IPligence.com, podrás bajarte varias herramientas gratis que te pueden ser de utilidad. Entre otras cosas, con ellas podrás localizar a quien entra en tu blog o página personal (webmaps for your website). También tienes una que te permitirá verificar si el lugar del que te viene un email es sospechoso o fiable. Esto mismo puedes verificarlo en senderbase.com, en cuya página principal hay un buscador que te dice la buena o mala reputación de una dirección IP. También podrás saber si alguien está usando o ha usado tu dirección para alguna actividad fraudulenta, como el phishing.