CRÓNICA DE SOTOANCHO.- El Torero

El torero

“Aromitas de chiclana ” torea como un delincuente, y merece una estancia en la trena . La bromita me ha costado un ojo de la cara, pero se acabó. Mi primo “Mobby”, el estafador, me ha convencido. Tengo que apoderar a un torero para convertirme en un personaje relevante en el mundo de los toros. Así que he decidido ocuparme del futuro de un joven diestro que, según cuentan, lleva el arte enroscado en su alma. Se llama José Feduche, que no es nombre taurino, y lo he bautizado como “Aromitas de Chiclana”. La primera corrida la tenemos el próximo domingo en Guadalmazán. Le he pagado un vestido de torear de dulce. Berenjena y oro. La verdad es que, por su aspecto físico, no parece llevar en sus entrañas tanto arte como el que aventuran. He convidado a todos mis amigos, y la expectación es grande. El primer toro de “Aromitas de Chiclana” ha salido corretón, malhumorado y bastante bravo. Pero “Aromitas” no se ha hecho con él. Como dicen ahora “el toro ha estado por encima del torero”, que es una cursilería y una falsedad, porque si el toro hubiese estado por encima de “Aromitas de Chiclana”, ya lo estaríamos enterrando. Bronca mayúscula y amenaza de lanzarle almohadillas y otros objetos contundentes. Su segundo toro ha sido el mejor de la corrida. Bravo y noble. “Aromitas de Chiclana” tampoco se ha adaptado a su embestida, y cuando nadie se lo esperaba, se ha perfilado para matarlo. Broncazo unánime. Gritos contra su apoderado, que soy yo, al que han definido de “estafador”. Siete pinchazos, doce descabellos y la marimorena. Al abandonar la plaza se ha visto obligado a protegerse bajo los escudos antidisturbios de la Guardia Civil. Llegado al Patio de Caballos, “Aromitas de Chiclana” ha respirado, al fin, tranquilo. Pero ha experimentado un golpe seco y contundente en el riñón derecho. No ha vuelto la vista hacia atrás por si acaso. Un segundo golpe brutal. Entonces se ha apercibido de la situación. Los golpes se los daba con la culata de su pistola uno de los guardias civiles que le han salvado la vida. Un guardia civil muy aficionado, y manifiestamente descontento con la actuación de mi poderdante. He intervenido con medida, educación y tacto. –Señor guardia civil. ¿Por qué le está pegando a mi torero?–. Y el honesto benemérito, no ha ocultado su enojo. –Mire uzté. Porque yo zoy aficionado a los toros, y ezte pedazo de hijo de puta ha toreado peor que malamente. Ezte torero zuyo ez un pedazo de zinvergüenza y le voy a dar eztopa hazta que llegue al hotel–. Creo que el guardia civil aficionado tiene toda la razón del mundo. “Aromitas de Chiclana” torea como un delincuente, y merece una larga estancia en la trena. La bromita inducida por mi primo “Mobby” me ha costado un ojo de la cara, pero se acabó. Prefiero seguir en el anonimato en la fiesta de los toros. Y al fresco de “Aromitas de Chiclana” que lo apodere su madre.