Bulldog Francés
Origen y Evolución
El perro Bulldog Francés, como casi la totalidad de las razas, aparece sin dejar fehacientes pruebas de cuáles eran sus ancestros.
Los primeros molosos asirios eran grandes Mastiff que llegaron al archipiélago británico con la invasión de los bárbaros. Con el tiempo los descendientes de estos perros fueron utilizados por las clases humildes en las peleas de perros contra toros, que llegaron a ser muy populares durante siglos, además de que movieron considerables cuantías económicas. La prohibición en 1835 de las peleas entre perro y toro hizo que la raza entrara en un auténtico declive, dado que muy pocos podían mantener animales que no produjeran beneficios.
En la crisis económica de los años 1848 a 1860 muchos británicos de la industria textil emigraron a Francia, donde llevaron consigo sus perros de pelea. Éstos ya habían desarrollado un tamaño pequeño, la nariz hacia atrás para poder respirar mientras mantenían la mordida con unas mandíbulas potentes y de prognatismo inferior.
Estos Bulldog de talla baja fueron cruzados con todo tipo de Terrier, Carlino y otras razas de perros molosos con el fin de miniaturizarlos, abandonando con ello el perro de pelea en la búsqueda de uno de compañía. Ya en 1874 se empezaron a presentar ejemplares con el hocico más corto, las orejas erectas y hacia adelante y con las puntas más redondeadas, el frente más plano, los ojos bien separados y grandes, el cuerpo más ancho y más bajo.
El primer club de la raza fue fundado en 1888 por Charles Roger, aunque su primer estándar fue redactado un año antes, donde ya se le definía como un «pequeño Hércules». Entre 1896 y 1914 en el Reino Unido eran reconocidos dos tamaños de Bulldog Francés, uno grande, que sería el que conocemos en la actualidad, y otro llamado Toy Bulldog.
En sus inicios el estándar admitía dos tipos de orejas, punto que fue modificado en 1898, al exigirse las orejas hacia adelante, de tipo «murciélago». Aun así, en 1902 surgió una polémica acerca de los tamaños, de modo que por un lado se contemplaban los Toy Bulldog, de menos de 10 kilos de peso sin distinción sobre su tipo de orejas, y el Bulldog Francés, cuyo peso oscilaba entre los 10 y los 14 kilos y debían tener las orejas «de murciélago». Con el tiempo, y por múltiples causas, el Toy Bulldog desapareció, de modo que en 1932 el estándar ya sólo contemplaba la diferencia de peso entre los sexos.
Una de las características que diferencia la formación de la raza Bulldog Francés respecto de otras de pequeño tamaño es que fue seleccionada por miembros de la clase social humilde, de manera que su conquista de la burguesía se hizo poco a poco. Ello no obsta para que fuera un tipo de perro solicitado por reyes, entre ellos Eduardo VII, o príncipes austriacos como el de Coburgo.
Descripción del Bulldog Francés
La apariencia general del Bulldog Francés es la de un perro potente incluso para su pequeña talla, corto, de proporciones recogidas, pelo raso, cara corta y chata, orejas erguidas y cola naturalmente corta. Debe tener el aspecto de un animal activo, inteligente, muy musculoso, de estructura compacta y sólida osamenta. La cabeza debe ser muy fuerte, larga y cuadrada; la piel que la cubre debe formar pliegues y arrugas casi simétricas; con el cráneo grande, casi plano; la frente muy abombada; los arcos de las cejas son prominentes; la cresta occipital está muy poco desarrollada; el hocico es muy corto, grande, presenta pliegues concéntricos y simétricos; la trufa es grande, muy corta, chata; nariz bien abierta y simétrica, dirigida oblicuamente hacia atrás; los ojos, de expresión despierta, están situados bajos, bastante lejanos de la trufa y sobre todo de las orejas; de color oscuro, bastante grandes, redondos, ligeramente salientes, sin dejar ver ni rastro del blanco cuando el perro mira hacia adelante; las orejas son de tamaño grande, anchas en la base y redondeadas en la punta; situadas altas sobre la cabeza, pero no muy cercanas una de la otra; se mantienen erguidas; el pabellón está abierto hacia adelante y la piel debe ser fina y suave al tacto. El pecho está ampliamente abierto y cilíndrico; el dorso es amplio, ancho y musculoso; la zona lumbar
es corta y robusta; la línea superior va alzándose progresivamente hasta el nivel de los riñones para luego descender rápidamente hacia la cola. Esta forma crea una zona lumbar corta. La cola debe ser corta, de inserción baja, anudada o cortada naturalmente y fina en su extremidad; se lleva, incluso en acción, por debajo de la horizontal del dorso y que no sobrepase la línea de la cruz. Las extremidades anteriores tienen una caída regular vistas desde delante y de perfil. Las extremidades posteriores son fuertes y musculosas, un poco más largas que las anteriores, de forma que la parte posterior queda más alta que la anterior.
El manto es de un hermoso pelo raso, tupido, brillante y suave. Hay dos variedades, la atigrada, una mezcla de pelos negros y rojizos no muy oscuros, que admite un poco de blanco en el pecho y en la cabeza; un perro atigrado con mucho blanco tendrá una desventaja en un juicio, y la codorniz es un manto de fondo blanco con manchas atigradas, si bien se ven muy negras; los perros totalmente blancos son también codorniz. Las pestañas y el contorno de los ojos deben ser negros. No pueden tener ninguna despigmentación en la cara.
Carácter
Perro de compañía, de guarda y de salón. Particularmente afectuoso con sus dueños y con los niños.
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