PARA DETERMINAR LA CAUSA
La lucha contra los incendiarios de bosques en España recurre a la más moderna criminología.
El pasado año se produjeron 16.355 incendios forestales, una cifra escalofriante pero, por primera vez, inferior a la del año precedente: un 35,8% menos que en 2005. Una excelente noticia en la que algo tienen que ver unos personajes que llegan cuando las llamas están extinguidas y se van las cámaras de televisión, pero cuyo trabajo permite perseguir penalmente a los incendiarios: los detectives del fuego. Armados con aparatos de precisión, guardias civiles, agentes forestales y peritos se afanan en reconstruir la evolución de un incendio para determinar la causa y, si es posible, el causante.
Rafael Carrasco
PARA DETERMINAR LA CAUSA
La lucha contra los incendiarios de bosques en España recurre a la más moderna criminología.
El pasado año se produjeron 16.355 incendios forestales, una cifra escalofriante pero, por primera vez, inferior a la del año precedente: un 35,8% menos que en 2005. Una excelente noticia en la que algo tienen que ver unos personajes que llegan cuando las llamas están extinguidas y se van las cámaras de televisión, pero cuyo trabajo permite perseguir penalmente a los incendiarios: los detectives del fuego. Armados con aparatos de precisión, guardias civiles, agentes forestales y peritos se afanan en reconstruir la evolución de un incendio para determinar la causa y, si es posible, el causante. 
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