Richard Sainct

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Ganador. Así celebró su victoria en 2003, año que la carrera cumplía 25 años.

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M

otorista. No olvidaré nunca su imagen pilotando, era bonita

 

{ 14-IV-1970 29-IX-2004 }

por Miguel Prieto*

A los 10 años comenzó a participar en competiciones y, a los 21, con escasos medios, logró disputar su primer Dakar, una carrera que ganaría en tres ocasiones: 1999, 2000 y 2003. Su muerte, sin embargo, no se produjo en este mítico “raid”, sino durante la etapa más larga del Rally de los Faraones, en Egipto. Richard Sainct tenía 34 años y era muy querido en el mundo de la competición. Deja esposa e hijos. Su proyecto anunciado era abandonar las motos para dedicarse a los coches.

El Dakar es una gran familia:
Para entrar en esta familia no existe ningún requisito legal, simplemente se considera uno dakariano cuando en circunstancias límites eres capaz de compartir con tus compañeros “todo lo que tienes”, y esto ocurre cuando ya has hecho tres o cuatro Dakares.

Es una gran aventura, y como gran aventura que es, siempre llega el momento de necesitar ayuda. Ése es el momento de comprender y valorar la solidaridad y la tolerancia entre los participantes (todo esto, por supuesto, cuando no tienes el casco puesto y el cronómetro está apagado, lógicamente no olvidamos nunca que estamos compitiendo), porque durante las horas comprendidas entre la salida y la llegada de la etapa no existe enemigo pequeño, por eso no es fácil de llegar a entender la forma de vida y comportamiento de los pilotos de esta gran aventura y carrera.
Richard ha sido, es y será siempre un dakariano auténtico. Sobre él podrían hablar mucho mejor que yo alguno de nuestros afamados motoristas: Carlos Mas, Jordi Arcarons, Oscar Gallardo, Nani Roma… ellos han compartido muchas más aventuras con él, yo siempre he pilotado vehículos todoterreno, y aunque todos convivimos en los mismos campamentos y compartimos desayunos, cenas e incluso nuestras necesidades más naturales en muy poco espacio de terreno, el mundo de las motos, los coches y los camiones son muy distintos.

En el año 1999 Richard ganó por primera vez la carrera en motos y yo hice segundo en coches. En ese Dakar pudimos compartir el podio y la gloria que se siente después de terminar una carrera tan dura como ésta.

Recuerdo muchos adelantamientos entre el polvo: es curioso cómo después de 18 Dakares identifico a los motoristas sólo por su forma de llevar la moto, mis copilotos quedan sorprendidos cuando les digo: “Mira, ése es Richard u Oscar o Carlos”, siempre en estas maniobras de adelantamientos el cuerpo se tensa al máximo para no provocar una caída al motorista, ellos tienen mucho más riesgo que nosotros.
Richard nos ha dejado haciendo lo que le gustaba, sobre una moto y dentro de una carrera. Cuando se han ganado tres Dakares y se sigue corriendo es porque no hay nada en el mundo que te guste más.

Parece ser que no sufrió y pasó de la gloria de pilotar al máximo nivel como pilotaba él al otro nivel: ése que no sabemos cuál es, pero en el que nos volveremos a encontrar todos, y seguro que Richard seguirá sobre una moto.
No olvidaré nunca su imagen pilotando, era bonita.

{* Miguel Prieto es el piloto español que en más ocasiones ha disputado el Dakar (17 veces)}

Fuente: Magazine El Mundo.

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