Curando con naturalidad

♦ Sección: MEDICINAS ♦

an dejado de ser el menospreciado remedio de la abuela para convertirse en un efectivo aliado en el tratamiento y la prevención de numerosas dolencias. El siguiente reto es que los médicos las prescriban con más frecuencia y se vendan sólo en las farmacias.

PLANTAS MEDICINALES

FITOTERAPIA.-Diez plantas con eficacia demostrada
Varios estudios otorgan a esta variedad de la albahaca eficacia contra el estrés (actúa en neurotransmisores como la adrenalina, la noradrenalina y la serotonina... implicados en él). En estudios con ratones, infusiones de esta planta impiden el aporte de sangre a tumores y ayudan a reducir su tamaño.

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Albahaca morada, para el estrés y las cefaleas

Un extracto estandarizado de ginkgo consigue mejorías en los niveles de alerta, juicio y socialización en personas con alzhéimer y demencia. En un estudio con 300 pacientes de alzhéimer, los que tomaban el extracto mejoraban, mientras que los que ingerían el placebo empeoraban.

En un estudio de la UCLA,

concentrados de esta planta reducían el dolor de la osteoartritis de rodilla tanto como los antiinflamatorios. Otros estudios universitarios señalan su utilidad en la hipertensión y el cáncer de ovario, además de su aplicación más conocida: aliviar las náuseas.

Jengibre, para la osteoartitris

Decenas de estudios prueban la utilidad de esta planta en diversas patologías. Los más rigurosos confirman su capacidad para reducir el colesterol `malo´ y aumentar el `bueno´, proteger frente al cáncer de vejiga, ovario, páncreas, piel..., reducir la inflamación en la colitis ulcerosa, prevenir problemas hepáticos y la diabetes juvenil, e incluso ayudar a controlar el peso.

Té verde, para el colesterol `malo´

Diez plantas con eficacia demostrada
Una investigación de la Universidad Johns Hopkins revela que la curcumina, presente en el curry, reduce en un 60 por ciento el número de pólipos de colon tomada con quercitina (antioxidante de las manzanas y cebollas). Además, el tamaño de los que quedaron se redujo. Esta especia combate también el riesgo de demencia.

Cúrcuma, para un intestino sano

Varios estudios concluyen que esta planta mejora la función cardiaca y los síntomas de palpitaciones y fatiga en pacientes con insuficiencia cardiaca. Otros le otorgan eficacia contra la angina de pecho. A su vez, la tintura de bayas de espino albar ayuda a eliminar el colesterol `malo´ (LDL).

Espino Albar, para el corazón

Diez plantas con eficacia demostrada
En un reciente estudio alemán, pacientes con diabetes del tipo 2 que tomaron extracto de canela dos veces al día redujeron sus niveles de azúcar en un diez por ciento. En otro de la Universidad de California, diabéticos que tomaron uno, tres o seis gramos de canela al día redujeron el colesterol `malo´ en un 26 por ciento... independientemente de la dosis.

Canela, para la diabetes

Recientes investigaciones confirman su eficacia en la depresión moderada; y con menos efectos secundarios que los antidepresivos. Como contiene melatonina y aumenta los niveles de esta hormona en el organismo, se cree que podría ayudar a regular los ciclos del sueño. Pero el hipérico interactúa con varios fármacos y no debe tomarse sin consultar al médico.

Hipérico, para la depresión

Se conocía su acción antitrombótica; ahora se sabe que actúa en los mismos receptores cerebrales que los antipsicóticos y contra la apatía y la inexpresividad (síntomas `negativos´) de la esquizofrenia. Algo importante, porque los antipsicóticos controlan más los síntomas `positivos´ (alucinaciones, confusión...).

Ginseng Panax, para la esquizofrenia

Tras varias noticias que cuestionaban la utilidad de esta planta en los resfriados, una revisión de 14 estudios clínicos con humanos publicada en The Lancet concluye que disminuye las probabilidades de desarrollarlos en un 31 por ciento y reduce su duración en día y medio. Se cree que la echinacea estimula las defensas frente a las infecciones.

Echinacea, para el resfriado

Imagine que va al médico con dolor en las articulaciones y que sale de la consulta con una receta de jengibre. Hace un par de siglos, eso hubiera sido normal. Luego, con la llegada de los fármacos de síntesis, las plantas conocieron una larga época de ninguneo por parte de la medicina `oficial´, que dejó incluso de incluir la fitoterapia en sus planes de estudio (y ello aunque más de 120 importantes fármacos actuales derivan de plantas). A pesar del desdén (en España, únicamente la carrera de Farmacia incluye estudios de fitoterapia) y en gran parte por los efectos secundarios que empezaron a asociarse a los fármacos de síntesis (sólo en Europa se contabilizan decenas de miles de muertes al año por consumo de fármacos correctamente recetados) y, también, por el déficit de fármacos preventivos (la mayoría de los medicamentos se diseña para combatir la enfermedad una vez declarada, no para prevenirla), la fitoterapia ha vuelto a ser objeto de deseo en Occidente.

No hay más que echar un vistazo a las ventas: el mercado de la fitoterapia mueve hoy alrededor de 7.000 millones de euros anuales en Europa... y las cifras no paran de crecer. Incluso en España (a años luz de Alemania y Francia, que tienen cifras de venta ocho y seis veces superiores), las ventas en los últimos años están experimentando crecimientos anuales del 10 y hasta del 20 por ciento. Según una reciente encuesta del Infito (Centro de Investigación sobre Fitoterapia), uno de cada tres españoles toma hoy plantas medicinales de modo habitual. El crecimiento ha tenido reflejo en Arkopharma (¡2.000 millones de cápsulas de plantas vendidas al año en 65 países!), primer laboratorio que, hace 20 años, comercializó plantas encapsuladas en España y que hoy acapara el 85 por ciento de las ventas de fitoterapia en las farmacias españolas (que alcanzan un total de 250 millones de euros al año). «En países como Alemania, Francia o el Reino Unido, esa cuota supondría casi la totalidad del mercado», señala Olivier Ricq, director general de Arkopharma para España. «Sin embargo, aquí siguen vendiéndose más plantas fuera de la farmacia que en ella, una situación que la actual legislación quiere revisar.» De hacerlo, se evitarían las alarmas en la población que generan las retiradas periódicas de productos `naturales´ vendidos en establecimientos no sujetos al control y las garantías que se exigen a las farmacias y que a menudo se asocian a riesgos serios para la salud. «Las plantas son medicamentos y su lugar de venta es la farmacia, el único establecimiento que garantiza su control sanitario, una composición estandarizada y que ofrece el asesoramiento de un profesional de la medicina», señala Teresa Ortega, vicepresidenta de Infito y profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid. «A nadie se le ocurriría comprar un analgésico al peso sin el sello de garantía de las autoridades sanitarias.»

Aunque, según la encuesta del Infito, apenas uno de cada diez consumidores de plantas en España las toma por indicación médica, lo que más animaría a los encuestados a utilizar plantas medicinales sería que el médico las prescribiera (el 34,8 por ciento de la muestra). ¿Por qué no lo hacen con más frecuencia? Una explicación es que las plantas no pueden incluir alegaciones, como sí hacen los fármacos. Para hacerlo, tendrían que someterse a los mismos estudios científicos y pruebas de eficacia y seguridad que se exige a los fármacos de síntesis, algo que requiere invertir millones de euros y a veces décadas de investigación. Y como, al revés que los fármacos, las plantas no pueden patentarse, casi nadie aborda esa inversión. Consecuencia: muchos beneficios de las plantas permanecen ignotos o, siendo evidentes por siglos de utilización, no se les pueden atribuir científicamente, por lo que la mayoría de los médicos no recurre a la fitoterapia.

Afortunadamente, una epidemia de curiosidad por las plantas parece ahora medrar entre los investigadores. Universidades de todo el mundo (Harvard, UCLA, Brigham Young, Londres, Moscú...) tienen hoy departamentos de investigación en fitoterapia y ya están publicando estudios sobre sus acciones terapéuticas. Cada vez más escuelas de Medicina empiezan también a incluir la fitoterapia en sus programas. Incluso en España, universidades como la de Barcelona imparten ya cursos de posgrado y másteres sobre plantas medicinales. Como explica el doctor Bernat Vanaclocha, director médico de Infito, «los médicos tenemos una gran responsabilidad en que se practique una fitoterapia racional. Para ello hay que resolver el problema de la formación».

El doctor Walter Willett, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, lo tiene muy claro: «Los vegetales son complejos paquetes de cientos de sustancias con actividad biológica que las plantas desarrollaron durante millones de años de evolución para protegerse de las amenazas del entorno. Apenas hemos empezado a estudiar la capacidad de esas sustancias para alterar los mecanismos que conducen a la enfermedad. Sin duda, el futuro nos depara muchas sorpresas».

Marisol Guisasola

Un mercado millonario

El Tercer Mundo
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80 por ciento de la población mundial recurre a las plantas como primera opción terapéutica a la hora de tratar distintos tipos de dolencias. El grueso del consumo se concentra en el Tercer Mundo. Se calcula que el mercado mundial de la fitoterapia mueve sumas de dinero superiores a los 60.000 millones de dólares.

Los países ricos
En China, las preparaciones herbales suponen casi el 50 por ciento del total de medicinas consumidas. Paradójicamente, son los sectores de la población más ricos y más cultos de Occidente los que hoy optan con mayor frecuencia por la fitoterapia.

España
La patología para la que más se utiliza la fitoterapia en España es el sobrepeso, seguida del estreñimiento, y la planta medicinal más dispensada en las farmacias españolas es el eucalipto, especialmente para tratar afecciones respiratorias. Sin embargo, el preparado natural cuya venta ha crecido más durante el último año en nuestro país es el betacaroteno, una provitamina que ofrece protección frente a la radiación solar a la vez que otorga un color anaranjado a la piel y que acelera el bronceado.

La opinión del experto
María Teresa Ortega
Vicepresidenta de Infito y profesora de Farmacología

XLSemanal. ¿Cómo sé que un producto de fitoterapia cuenta con todas las garantías?
María Teresa Ortega. Cuenta con ellas si lo prescribe un profesional sanitario y si está autorizado por el Ministerio de Sanidad.
XL. ¿Qué legislación los regula?
M.T.O. La Ley del Medicamento (que se aplica a los productos de fitoterapia vendidos en farmacias) y la legislación sobre complementos alimenticios.
XL. ¿Qué errores comete la gente al comprar plantas medicinales?
M.T.O. El más común es pensar que, al ser un producto natural, no le va a hacer mal. Lo cierto es que en dosis excesivas o inadecuadas pueden originar (como cualquier medicamento) problemas de salud, si bien los efectos adversos son menores que los de los medicamentos.
XL. ¿Qué diferencia hay entre las plantas vendidas en farmacias y las de otros establecimientos?
M.T.O. La mayoría de las plantas dispensadas en farmacias sigue los mismos protocolos que las medicinas: control de calidad, farmacovigilancia...
XL. ¿Debo comentar al médico que tomo productos de fitoterapia?
M.T.O. Siempre, incluso antes de empezar a tomarlos. Hay plantas medicinales que, como los fármacos, interactúan con medicamentos o con otras plantas. También hay plantas desaconsejadas en patologías concretas.
XL. ¿Cómo funcionan las plantas?
M.T.O. En general no se conoce la sustancia activa. Contienen muchísimos ingredientes y se cree que su acción beneficiosa deriva de la sinérgia de todos ellos. Se emplean más como prevención y por sus efectos a largo plazo.