Una pila de botón contamina 600.000 litros de agua
• ¿SABÍA QUE...?
■ No es raro que cuando se hable de pilas o de tóxicos salga a relucir el siguiente dato: una sola pila botón contamina 600.000 litros de agua. Cuando se escucha, no se suele poner en duda. Sin embargo, ¿cómo se llega a esta conclusión?
Existen muchas formas de pilas, y dentro de las botón también hay tipologías, pero el dato se refiere a las de mercurio. Éstas suelen ser de entre 1 y 50 gramos, y el mercurio representa el 30% de su peso. Son las más peligrosas para el medio ambiente porque contienen más mercurio por unidad y porque son las que más se consumen.
La pila botón de mercurio no es la única que existe en este formato, por eso no se debería seguir utilizando en aquellos aparatos para los que hay otra alternativa. La de zinc-aire o la de óxido de plata son otras opciones para la de mercurio, pero conviene saber que la energía eléctrica obtenida de las pilas es muchísimo más cara (más de mil veces) que la de la red eléctrica.
Además, el mercurio está considerado el veneno ambiental más peligroso de todos los metales pesados y su presencia en el cuerpo humano resulta tóxica a partir de ciertos umbrales críticos (Español Cano, 2001). El grado de toxicidad de estas sustancias está en discusión y aún no se ha llegado a comprender la totalidad del problema. La Organización Mundial de la Salud fija estos umbrales en concentraciones de 50 partes por millón (ppm), pero se recomienda, a su vez, que en la población no sobrepase las 5 ppm.
La legislación española sobre aguas potables permite la presencia de hasta 0,000001 gramos de mercurio por litro de agua. Y una pila de dos gramos, por ejemplo, contiene 0,6 gramos de mercurio. La cantidad de mercurio presente en una pila botón dividida por la toxicidad permitida por litro de agua da el dato del principio: el contenido de 1 pila convertiría 600.000 litros de agua en inservible.
Tras una intoxicación masiva producida por mercurio, sucedida entre 1971-1972 en Irak, y que afectó a más de 6.500 personas causando 459 muertes, se determinaron los actuales límites de seguridad para la exposición al mercurio, límites que se están discutiendo en diferentes universidades de zonas pesqueras (Seychelles, Perú, Canadá, Amazonas...), ya que la mayoría del mercurio presente en los seres humanos procede de nuestra dieta de pescado: el pez absorbe el mercurio que está disuelto en agua.
Los peces acumulan el mercurio sin que les afecte, también los bivalvos como mejillones, ostras o almejas. La proporción de mercurio dentro de estos manjares y en el agua en la que habitan, puede ser de un millón a uno. A mayor longevidad, más mercurio puede haber acumulado. Y si son carnívoros también presentan mayores niveles. Fenómenos conocidos como bioacumulación y biomagnificación.
Investigaciones recientes demuestran que en los vertederos de desechos urbanos (Lindberg et al., 2001) y las plantas de tratamiento de aguas residuales (Sommar et al, 1999) pueden ocurrir liberaciones directas de metilmercurio, pero no se puede determinar todavía la importancia general de esta fuente. En España, excepto Cataluña y País Vasco, el resto de Administraciones se limitan a enterrar en contenedores de 200 litros y bajo tierra las pilas gastadas. Como hemos visto su peligrosidad y cifras de consumo hace más recomendable habilitar instalaciones para tratarlos como lo que son: desechos tóxicos y peligrosos.
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