Felipe II
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■ Reinó España desde 1556 hasta su muerte, en 1598. Se casó cuatro veces y de esos matrimonios nacieron ocho hijos. De todos ellos sobrevivió el heredero de la corona, el futuro Felipe III.
Breve información de su reinado
Felipe II de Castilla, I de Aragón y I de Portugal, conocido como El Prudente, nació en Valladolid, España, el 21 de mayo de 1527. Sus padres fueron el emperador Carlos V e Isabel de Portugal. Fue jurado como heredero de la corona de Castilla el 10 de mayo de 1529.
Su educación estuvo a cargo de su madre, pero en 1534 Juan Martínez Siliceo fue nombrado su tutor. Al año siguiente Juan de Zúñiga fue designado su ayo, y ambos se encargaron de la educación de Felipe. Durante su juventud vivió 12 años fuera de España, estuvo en Suiza, Inglaterra, Flandes, Portugal, etc. Luego fijó su residencia en Madrid y potenció el papel de esta ciudad como capital de sus reinos.
Llegó a casarse cuatro veces. Por primera vez lo hizo en 1543, con su prima María Manuela de Portugal. Este enlace duró apenas un año, ya que ésta falleció tras el parto del príncipe Carlos, el 12 de julio de 1545.
En 1554 se llevó a cabo su segundo matrimonio, en este caso con la reina de Inglaterra, María Tudor. Felipe recibió el título de rey de Nápoles y duque de Milán, y se trasladó a Londres para celebrar su boda. En 1558 su esposa murió.
Dos años después contrajo matrimonio con Isabel de Valois (quien murió en 1568), con quien tuvo dos hijas: Isabel Clara Eugenia y Catalina Micaela. En 1570 llevó adelante su cuarto matrimonio, siendo la elegida su propia sobrina, Anna de Austria. Ambos tuvieron cinco hijos, de los que sobrevivió sólo el heredero de la corona, el futuro Felipe III. Anna falleció en 1580, pero el rey ya no se volvió a casar, y pasó sus últimos años viudo.
El 25 de octubre de 1555 recibió de su padre la soberanía de los Países Bajos. Al año siguiente Carlos abdicó en su hijo las coronas de Castilla y Aragón, por lo que Felipe se convirtió en el dueño del Imperio más importante de su tiempo. También heredó la guerra con Francia y las luchas entre turcos y protestantes.
En marzo de 1557 regresó a Inglaterra convertido en rey de España; y en julio a los Países Bajos para conseguir una de las mayores victorias militares de su reinado: la batalla de San Quintín, el 10 de agosto de ese año. Este triunfo provocó el fin de la guerra con Francia y la firma de un acuerdo de paz, el Tratado de Cateau-Cambresis, con el que se puso fin a la disputa por el control de Italia que quedaba en manos españolas.
En 1559, otra vez en España, inició una serie de cambios en la forma de gobierno, dándole a la Corona un carácter innovador, al tiempo que se fijaban las bases de la administración pública moderna. Algunos de esos cambios fueron: el establecimiento de la corte permanente en Madrid (1561), la reforma de la audiencia de Sevilla (1556), la creación del Consejo de Italia (1558), entre otros.
Felipe II convirtió España en el primer reino moderno, realizó reformas hidráulicas (Presa del Monnegre) y una reforma de la red de caminos, con posadas, con una administración (y una burocracia) desconocida hasta entonces.
La política exterior se caracterizó por sus guerras contra: Francia, los Países Bajos (que en 1598 dejó en manos de su hija Isabel Clara Eugenia, casada con el archiduque Alberto), el Imperio turco e Inglaterra.
En 1581, tras la muerte sin sucesión del rey Sebastián I de Portugal en la batalla de Alcazarquivir, fue reconocido como rey de este país, con el nombre de Felipe I, con lo que incorporó una gran extensión de territorios a sus dominios.
Fuente: → Publispain
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