La expectación que el acontecimiento ha suscitado supera cualquier otro evento reciente y pondrá a prueba los recursos de los servicios de transporte, de seguridad y, por supuesto, los de hostelería y restauración.
Cerca de 42.000 agentes de las fuerzas de seguridad, incluidos 10.000 soldados de la Guardia Nacional, permanecen desplegados en la capital estadounidense desde el viernes. El centro de Washington, un área de 5,6 kilómetros cuadrados, quedará cerrado a cal y canto al tráfico después del mediodía.
La ciudad se convertirá entonces en una especie de fortaleza medieval, pues se cortará también el acceso por los puentes a través del río Potomac. El tráfico aéreo quedará restringido.
Incluso a pie, quienes deseen entrar en las áreas acordonadas tendrán que hacerlo a través de puestos de control y someterse a un exhaustivo registro. Están prohibidas las bolsas que no tengan un tamaño muy reducido, los paraguas o las sillas de ruedas.
Dispositivo especial en el transporte
Los servicios de transporte han desplegado un dispositivo especial y han multiplicado el número de autobuses y de trenes de metro que estarán disponibles, pero nadie sabe si serán suficientes para la multitud que se anticipa.
Ante la posibilidad de no poder llegar a los festejos -o al puesto de trabajo-, numerosos residentes en el extrarradio han optado por pasar la noche en la oficina. Es el caso del personal del Congreso, que llevará camas supletorias y sacos de dormir a los despachos de los legisladores, o de agentes de la Policía, que tratarán de echar una cabezada en algunas iglesias estratégicamente situadas.
Los actos de este martes comenzarán a primera hora cuando el presidente saliente, George W. Bush, recibirá a Obama por última vez en la Casa Blanca.
La ceremonia de investidura, en la escalinata del Capitolio, comenzará a las 17.30 hora española, cuando bajo los ojos del mundo y ante la presencia de representantes extranjeros, los legisladores de EEUU, el Tribunal Supremo y la prensa internacional; el presidente del Supremo, John Roberts, tome juramento a Obama sobre la Biblia en la que Abraham Lincoln también prometió defender la Constitución.
En su discurso de investidura, según han apuntado sus asesores, el presidente incidirá en el tema central de la responsabilidad, tanto individual como del Gobierno y de las empresas.
Almuerzo en el Capitolio
Quienes no cuenten con boletos para ver la ceremonia de cerca podrán acudir al Mall, el gran parque que recorre el centro de Washington desde el Capitolio hasta el monumento a Lincoln a lo largo de cinco kilómetros y donde se han colocado pantallas gigantes para el público.
Tras el acto, Obama y su familia participarán en un almuerzo con los congresistas en el Capitolio, en el que el menú se ha inspirado en los gustos de Lincoln a base de sopa de marisco, faisán y pastel de manzana.
Después se desplazará a la Casa Blanca en un desfile en el que participarán más de 90 bandas de música, carrozas y grupos comunitarios. Tradicionalmente, el presidente recorre el último tramo y entra en la Casa Blanca a pie.
Obama comenzará el miércoles su primer día completo como presidente con un servicio religioso antes de ponerse manos a la obra.
Según ha indicado su asesor político David Axelrod, ese mismo día Obama se reunirá con los principales mandos militares para pedirles un plan de retirada para Irak y prometerá el envío de más tropas a Afganistán.
A lo largo de la primera semana, Obama también planea emitir una orden ejecutiva que abra el proceso para el cierre de la prisión en la base militar de Guantánamo, según su portavoz, Robert Gibbs.
Fuente: El mundo.es
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