Estrés laboral

Valentín Fuster. «Durante años luché por controlar la hipertensión arterial de una paciente con los mejores medicamentos, sin resultado. La mujer, que había enviudado, sufría estrés laboral y doméstico. Sacaba adelante el negocio familiar y le habían endosado el cuidado de un nieto. Le dije que tenía que empezar por ordenar su vida y no cargar con las responsabilidades de los demás. No me hizo ningún comentario, pero noté que algo había cambiado. Era como si se le hubieran abierto los ojos. El día que tomó la decisión de asumir las riendas de su vida, se relajó tanto que su presión arterial bajó como si hubiera tomado un medicamento milagroso.» nnnn.

Luis Rojas Marcos. «Cuando estamos estresados, muchas veces somos incapaces de percatarnos de la necesidad de un cambio de rumbo. Por eso es tan imporante que alguien nos abra los ojos. Una llamada de Valentín fue suficiente para que esta mujer ordenara sus ideas y entendiera, de golpe, lo que le sucedía. En mi campo, ese momento de revelación en el que encajan todas las piezas se denomina la experiencia del `¡ajá!´. Y en el mejor de los casos se convierte en el pistoletazo de salida para cambiar nuestra forma de actuar.»

Fuente: xlsemanal.

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