La amenaza del Ciclón. La ciudad revive el fantasma del 'Katrina'
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E l Gustav avanza feroz y sin dilación hacia la costa sur de Estados Unidos.
El 'Gustav' convierte a Nueva Orleans en una ciudad fantasma
- • El alcalde ordena la evacuación de la población y decreta el toque de queda para evitar el pillaje
- • Los tentáculos del huracán alcanzarán a cinco estados y a más de 11 millones de personas
- Un hombre traslada sus maletas en una calle de Nueva Orleans, antes de la llegada del huracán 'Gustav'. Foto: REUTERS / LEE CELANO
- Un ciudadano de Nueva Orleans lleva sus pertenencias en una bolsa al abandonar la ciudad ante la llevada del Gustav. Foto: AP / ROB CARR
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EL PERIÓDICO
NUEVA ORLEANS
Está previsto que hoy azote el Estado de Luisiana y la ciudad de Nueva Orleans, que hace tres años fue barrida por otro ciclón, el Katrina, que provocó la muerte a unas 1.500 personas. En esta ocasión, las autoridades han hecho todo lo posible para evitar que se produzca otra catástrofe. El alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó la evacuación de la ciudad y de los municipios vecinos, lo que afecta a un millón de personas, y decretó un toque de queda partir de la medianoche de ayer. Nagin definió ayer al Gustav "como la madre de los huracanes". Los expertos, que han calificado a la tormenta de "huracán muy peligroso", calculan que llegará a Luisiana sobre las ocho de la mañana hora local (las dos de la tarde en España).
PODER DESTRUCTIVO
Ayer, tras pasar por Cuba, barrió el golfo de México, donde se produce una cuarta parte del petróleo y gas de Estados Unidos. Los meteorólogos consideran que, a medida que pasen las horas, el ciclón irá ganando fuerza e incluso puede llegar a alcanzar su máximo poder destructivo, o sea. la categoría 5, cuando toque tierra estadounidense.
Las autopistas y carreteras de salida de Nueva Orleans estaban ayer colapsadas con todo tipo de vehículos, cargados de familias que huían como podían del huracán. La Agencia Federal de Gestión de Emergencia (FEMA) puso a disposición de la población centenares de autobuses y fletó varios aviones. "Calculamos que cada hora podrán salir de la ciudad en avión unas 700 personas", dijo el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal. Además, se han habilitado refugios y casas móviles para los ciudadanos afectados.
Antes de partir, la población reforzó las ventanas y puertas de sus casas y comercios, para evitar males mayores. "Me quedé en la ciudad durante el Katrina, pero este que viene pinta muy mal y he decidido irme", dijo ayer a la agencia Reuters la hondureña Trinity Cazzola, que regenta un restaurante latino en la ciudad. "El viento será más fuerte que el del Katrina y temo que se lleve los tejados de las casas".
Mientras tanto, equipos de ingenieros trabajaban contra reloj para inspeccionar los diques que deben evitar las inundaciones. La seguridad de Nueva Orleans ha sido reforzada, además, con la presencia de 2.000 miembros de la Guardia Nacional, que apoyan a la policía local. El alcalde de la ciudad ha advertido que se castigará con la cárcel todo acto de pillaje. "Todos los saqueadores irán directamente a la prisión de Angola (la de la ciudad) y que Dios les bendiga si van ahí", dijo Nagin en rueda de prensa, antes de decretar el toque de queda.
APOYO DE BUSH
El presidente de EEUU, George Bush, ofreció su "total apoyo" a los estados más amenazados por el ciclón: Luisiana, Misisipí, Alabama y Tejas. Se calcula que más de 11 millones de personas pueden llegar a sentir de alguna manera los efectos del ciclón. Bush visitará hoy el centro de coordinación del huracán, en Tejas. Todavía permanece en la memoria de muchos norteamericanos la lenta reacción del Gobierno de Bush en la crisis del Katrina. El actual candidato republicano a la presidencia del país, John McCain, calificó entonces la actuación de Washington de "vergonzosa".
Fuente: El Periódico.
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