Ferrari 599 GTB, híbrido y volador nada menos

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Ferrari 599 por Moller, híbrido y volador nada menos

a imaginación al poder”, una gran frase que excusó a numerosas personas a lo largo de la historia para dejarse llevar por sus invenciones. El Dr. Paul Moller también gasta mucho de imaginación y de sueños, entre los cuales se encuentra la combinación perfecta entre los transportes de aire y de tierra. ¿Cómo se consigue ésto? Pues sencillamente creando el Autovolantor, un vehículo volador con una propulsión híbrida que está basado en nada más y nada menos que el Ferrari 599 GTB.

De momento el prototipo sólo está construido sobre un modelo a escala, pero nos aporta la idea de Moller. El “dulce” de Maranello recibe unas alas sustentadoras en el frontal y en la zaga, incorporando además una serie de rejillas de aire a lo largo de la carrocería. La idea es sencilla, acometer un modelo que permita transportar a dos personas a través de tierra y permitiendo escapar verticalmente para surcar los cielos, evitando así por ejemplo los atascos de tráfico. Para ello, entre otras cosas sería necesario un entramado de computación para controlar los flaps de vuelo.

Llendo un poco más lejos, nuestro “doctor imaginación” nos indica datos más concretos de su creación, y que desde luego parecen ciertamente inalcanzables sin realizar un gasto antieconómico. La estructura y la mecánica de su modelo deberían permitir una autonomía por tierra de 240 km, de los cuales 64 km serían aportados únicamente por el generador eléctrico, mientras que por aire sería capaz de trasladarse con una sola recarga durante 120 km. Hasta ha calculado el gasto de combustible que sufriría: con 360 km de recorrido, 240 km por tierra y 120 por aire, consumiría unos 15.4 litros de gasolina (supuestamente).

Profundizando algo más en la mecánica, la composición híbrida prevista por Moller estaría compuesta por ocho motores rotativos que ofrecerían su potencia para el transporte por encima de la tierra. Sobre ésta, el mismo sistema serviría para recoger energía en la rodadura y almacenarla en las baterías.

En fin, todo un desborde de ideas y sueños ciertamente poco factible. Aunque de sus manos también han salido inventos como el M200 Volantor, un auténtico “platillo volante” pero con unas prestaciones bastante más discretas.

Fuente: Diariomotor.