«El fenómeno cultural está desaparecido, el deporte y la tecnología lo invaden todo»
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«L as Jornadas literarias de Candás son enriquecedoras y no son habituales»
LUIS EDUARDO AUTE Cantautor y poeta
Ya se clausuraron las VII Jornadas literarias de Candás «Mar adentro» tras dos días de intensa actividad cultural. El broche corrió a cargo del polifacético artista español, filipino de nacimiento, Luis Eduardo Aute, quién durante su asistencia atendió a LA NUEVA ESPAÑA. Músico, como mucha gente sabe, pero también pintor y escritor asiduo, además de escultor o realizador de cine, Aute es un todoterreno cultural que entiende la expresión artística como un vehículo comunicador, sean cuales sean sus normas y limitaciones.
Una de sus facetas más apreciadas es la poética. La relación de sus estrofas con la mar fueron comentadas ayer en una conferencia que llevaba por título «El mar, la mar y los poemigas en la poesía de Luis Eduardo Aute». Antes de dar comienzo la entrevista, una mujer se le acercó con un disco en la mano, que él firmó gustosamente. La mujer le comentó lo mucho que le gustaba el compacto. Aute le contestó, simplemente, que se divirtió haciéndolo.
-¿Es usted de los que piensa que si algo no es divertido no merece la pena?
-Más que no merecer la pena yo diría que uno debe pensarse bien si quiere estar en un sitio o trabajar en algo que no le va a resultar satisfactorio. En términos generales, en mi carrera, he procurado hacer cosas que me resulten divertidas. Actualmente puedo decir que lo que hago me divierte, si no lo seguiría haciendo. Aún así, me he tomado toda mi labor con profundo respeto y rigurosidad creativa. Soy poeta que cumple la norma y lo mismo me pasa con la música. En donde encuentro mayor libertad es en la pintura, por eso me resulta también más divertida.
-En su polifacética labor creativa, ¿la inspiración es anterior a la elección del vehículo de expresión, o posterior?
-Las ideas surgen, y es en ese momento cuando sé que encajan en una canción, o en un poema. Enseguida observo si la idea que emana servirá para una canción o una pintura. Una pintura es de hecho lo que más me divierte hacer, porque no tiene las ataduras de la métrica o del tiempo musical. Sobre todo, teniendo en cuenta que me exijo a mi mismo un gran rigor a la hora de elaborar un poema o una canción. Cuando estoy ante un lienzo me aíslo, me libero, y embadurno un poco el blanco. Es lo que tiene la pintura. En cuento a la música o a la poesía, se sufre más con la norma. Como soy muy exigente lo paso mal si algo no sale, insisto hasta que lo logro. Cuando lo consigo siento placer.
-¿Relaciona su arte en sus diferentes especialidades? -
No de forma voluntaria, sin embargo todo sale de la misma fuente, así que supongo que alguna relación habrá, que por otra parte luego es evidente. Sin embargo, yo mismo no entiendo muy bien cómo surge la inspiración ni cómo deriva después en una u otra faceta. Tampoco lo analizo al no verlo como un trabajo sino como un divertimento.
-¿Qué opinión tiene de eventos como éste de Candás, en los que se produce un encuentro abierto entre creadores?
-Un evento como el de Candás, además de único, es muy positivo. Lamentablemente el fenómeno cultural está prácticamente desaparecido. Vivimos una generación en la que la tecnología y los deportes lo invaden todo. Cuando acudo a este tipo de eventos entro en contacto con otros creadores y observo la curiosidad de todos por establecer una relación de aprendizaje. En el caso de Candás, al ser abierto a todos, resulta enriquecedor. Las Jornadas candasinas no son más de lo mismo, y no es fácil encontrar iniciativas de este tipo.
-Este año todos se acuerdan de Ángel González, ¿Qué significó para usted?
-Lo conocía bien, de hace muchos años. Era una bellísima persona y un noctámbulo empedernido. Era de las personas que vivía tal y como escribía. Lamenté mucho su pérdida y lo extraño. Estamos hablando además de uno de los grandes de la poesía escrita castellana contemporánea. Fue un personaje muy señalado de la Generación del 50. La gran diferencia entre él y yo es que a medida que han ido pasando los años, él salía cada vez más, y yo cada vez menos.
Fuente: Noticias Centro.
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