Latinoamérica pasa a la acción contra el sida

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El investigador mexicano Luis E. Soto-Ramírez en una campaña contra el tabú del sida.

 

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asta de palabras bonitas. Es hora de pasar a la acción. Al menos, eso es lo que propone el lema de la XVII Conferencia Mundial sobre sida, que arranca esta tarde en México con la presencia del presidente Felipe Calderón y de la vicepresidenta del gobierno de España, María Teresa Fernández de la Vega, entre otros. "Con el eslogan 'Acción universal ¡Ya!' queremos hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos, para que tomemos conciencia de que son necesarias acciones tanto individuales como colectivas para controlar esta pandemia", explica Pedro Cahn, copresidente del Congreso. .

CONFERENCIA INTERNACIONAL

• Por primera vez en la historia la conferencia se celebra en un país de Sudamérica

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Por primera vez, después de 16 conferencias mundiales, o lo que es lo mismo tras 32 años (ya que este evento es bienal), la comunidad internacional va a volver sus ojos hacia Latinoamérica para mirar de frente al impacto que el sida tiene en estos países, donde 1,7 millones de personas viven con VIH, -cifra que, según las estimaciones, aumentará a los 3,5 millones para 2015- y unos 63.000 individuos fallecen cada año por culpa de la enfermedad.

"Puede que sea un poco tarde y que Latinoamérica haya estado algo olvidada en anteriores ocasiones, pero por fin ha llegado su momento y estamos muy contentos de que México albergue esta gran cita", ha declarado a elmundo.es Pedro Cahn.

Aunque la epidemia no es heterogénea en la región latinoamericana y cada país tiene sus peculiaridades, sí existen elementos comunes. Los explica Luis E. Soto-Ramírez, investigador del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Salvador Zubirán de México, en la revista 'Science'. "Lo más llamativo en Latinoamérica es que la mayoría de la gente no entiende que el VIH es una infección viral, no moral. El estigma y la discriminación que existen todavía obstaculizan los esfuerzos para luchar contra la epidemia", reconoce.

La discriminación que sufren los afectados por el sida en pleno siglo XXI procede de todos los ámbitos de la sociedad, incluido el sanitario

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Precisamente esta cuestión del estigma, junto con los derechos humanos de los seropositivos, será uno de los temas estrella de la Conferencia, algo que han reclamado más de 400 organizaciones. "Las buenas intenciones no son suficientes y se deben crear verdaderas políticas públicas que funcionen y permitan la atención y prevención del VIH", señala José Miguel Vivanco, director de la división americana de la ONG Human Rights Watch. "Los Gobiernos han hecho poco para cumplir con sus reiteradas promesas de terminar con las violaciones de derechos de las personas que viven con VIH y de quienes están expuestos a un alto riesgo de infección", afirma.

La discriminación que sufren los afectados por el sida en pleno siglo XXI procede de todos los ámbitos de la sociedad, incluido el sanitario. Soto-Ramírez, también copresidente de la conferencia, reconoce que "la educación de más médicos en el tratamiento de la enfermedad se ha convertido en un reto fundamental, ya que muchos especialistas no quieren atender a las personas infectadas por VIH por el estigma que les rodea y el miedo a contagiarse". El acceso universal a la terapia antirretroviral –un objetivo planteado para el año 2010- es una meta que tienen todos los países de América del Sur, pero algunos "han olvidado que los cuidados médicos y la prevención son igual de importantes que el acceso al tratamiento", señala.

Condón que repartirán gratuitamente en ciudad de México. (Foto: EFE)

Otra característica de la epidemia de sida en América del Sur y el Caribe es que la mayoría de los contagios se producen a través del sexo. La revista médica 'The Lancet' recoge en su editorial que "un creciente problema en la región es que muchos hombres que tienen sexo con otros varones también mantienen relaciones con mujeres, lo que está contribuyendo a la rápida propagación del virus entre el sexo femenino".

De hecho, la infección en las mujeres y los niños será otro de los aspectos que abordarán las más de 25.000 personas, con caras tan conocidas como el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, el secretario general de la ONU Ban Ki Moon o la directora general de la OMS Margaret Chan, que se darán cita hasta el próximo 8 de agosto en la XVII Conferencia. Las novedades terapéuticas y preventivas, la reforma y la integración de los servicios de salud, el precio de los fármacos y las patentes o los nuevos hallazgos sobre la circuncisión también tendrán cabida en esta multitudinaria cumbre.

Pero junto a los avances realizados en la lucha contra el sida, los especialistas "no olvidamos la gran decepción causada por ciertos reveses en los ensayos clínicos sobre microbicidas –cremas o geles vaginales destinados a prevenir la infección en las mujeres- y las vacunas", reconoce Pedro Cahn, quien lamenta "no haber sido capaces de llegar a 2008 con un microbicida disponible", aunque insiste en que "hay que seguir intentándolo".

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Una región de contrastes

Latinoamérica y el Caribe engloban una amalgama de culturas y poblaciones, de lenguas, de servicios educativos y sanitarios y de líderes políticos. Y, toda esta diversidad también se aprecia en su epidemia de sida, sobre la que tiene mucho que decir. No en vano, cuenta con el país desde donde partió el virus –una vez salió de África- hacia el resto del mundo, Haití, y con el país al que todas las organizaciones ponen como ejemplo de una política real para conseguir el acceso universal a la terapia, Brasil.

Haití tiene la tasa de prevalencia de VIH más alta de toda la región y la segunda peor epidemia de sida tras el continente africano. Los primeros casos, según la Organización Mundial de la Salud, datan de finales de la década de los 70 y se propagaron rápidamente por todo el país, un hecho al que contribuyó la pobreza en la que viven los haitianos, la situación de inestabilidad política casi permanente y un inadecuado sistema de salud. En la actualidad, el sida es la principal causa de muerte en el país.

En el lado opuesto se encuentra Brasil, que parece dispuesto a todo para ganarle la partida al virus y desde 1990 ha conseguido reducir la tasa de mortalidad de los seropositivos en un 50%. El país ofrece tratamiento gratuito a casi todos los infectados por VIH y, para garantizarlo a largo plazo, no ha dudado en emprender duras negociaciones con las farmacéuticas para que rebajen el precio de sus medicamentos. Hasta tal punto ha llegado su firmeza que, en una decisión sin precedentes, se convirtió en el primer país de América Latina en suspender una patente –de un fármaco de Merck- aludiendo al “interés público”.

Entre uno y otro extremo se encuentran los rasgos propios de cada lugar. La transmisión heterosexual y a través de relaciones con prostitutas es el principal foco de contagio en países como El Salvador, Guatemala, Honduras, donde el sida representa la segunda causa de hospitalización, o Nicaragua. En México, el país anfitrión, con más de 200.000 personas con VIH, la epidemia se concentra más entre los hombres que tienen sexo con otros hombres, mientras que en Costa Rica, por ejemplo, la OMS ha observado que la bisexualidad ha sido una de las responsables de la propagación del virus.

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Fuente: elmundo.es

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