Un traje de Sastre

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Carlos Sastre fue tan feliz en el instante de cruzar la línea como vencedor de Alpe d'Huez que perdió un tiempo precioso en celebraciones --

l abulense venció en Alpe d'Huez y es líder; Evans, 4º a 1'34". Su 2ª victoria en la ronda gala y 3ª de un español en la mítica cima.

Sastre es el corredor más regular en las grandes vueltas del pelotón actual con diez presencias en el top ten entre Tour y Vuelta entre 2000 y 2007, seguido del italiano Simoni, que tiene 9 puestos es esta simbólica clasificación. Sastre ha subido al segundo escalón de la Vuelta dos veces (2005 y 2007), cuarto en 2006, ha sido sexto en 2004 y octavo en 2000. En el Tour fue tercero en 2006, cuarto en 2007, octavo en 2004, noveno en 2003 y décimo en 2002. Su faceta de escalador se demostró en la Vuelta 2000, donde se presentó en sociedad, un año antes de estrenar su palmarés ganando una etapa en la Vuelta a Burgos.

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Alpe d'Huez vivió por tercera vez en sus 26 años de historia una fiesta española. Carlos Sastre se convirtió en el nuevo vencedor del llamado 'Monte de los Holandeses' lo que le sirvió, además, para conquistar el maillot amarillo de líder de la clasificación general.

El jefe de filas del CSC, que ahora cuenta con una ventaja de 1'34" sobre su gran rival, Cadel Evans, en la lucha por el Tour, entró en solitario en el mítico santuario de los escaladores con una ventaja de 2'15" sobre el australiano y los demás ilustres de este Tour. Sastre culminó, en la cima de Alpe d'Huez, una ascensión a lo grandísimo campeón que inició justo en el comienzo de los 13'8 kilómetros de subida y que mantuvo heroicamente aumentando segundo a segundo su ventaja hasta que a falta de tres kilómetros, algunas arrancadas de Efimkin y Samuel Sánchez, acortaron mínimamente su ventaja.

Mientras el escalador de Ávila sonreía con su mueca de los grandes esfuerzos y pedaleaba hacia arriba en la manera de las mejores gestas, Evans se desesperaba dándose cuenta de que cada segundo que el español se separaba en la general, era una posibilidad mayor de que el próximo sábado le arrebatara el triunfo absoluto en un Tour en el que el australiano había salido como favorito total.

En la meta de Alpe d'Huez, cuando entró Evans, metido en el grupo de los Menchov, Kohl, Frank Schleck y demás, hacía ya 2'15" que Sastre había cruzado la línea, eso sí protagonizando una celebración tan completa que le costó por lo menos cinco segundos de su preciosa ventaja. Pero era tanto el sufrimiento que había tenido que aguantar y tanta la felicidad que sentía, que ni eso se le puede reprochar. Aunque uno desea fervientemente que tras la contrarreloj del próximo sábado, no pueda decirse que tanto abrocharse el maillot, tanto desasirse del manillar y tanto desacelerar el pedaleo, no le haya servido a Evans el Tour en bandeja.

El récord de Pantani

En Alpe d'Huez, monte mítico del ciclismo, hay varias clasificaciones que en otros cols históricos ni se contemplan. Por ejemplo existe una lista oficiosa de los tiempos empleados por los corredores en los 13'8 kilómetros de la ascensión. En esta clasificación, el que invirtió menos tiempo es Marco Pantani con 37'35". Ayer Carlos Sastre necesitó 39'29" en la misma distancia. Eran otros tiempos en los que el Tour no había iniciado su lucha a brazo partido y algunas injusticias sociales, para ser una competición limpia. Algo que implica que sin gasolina super, no se pueda ir tan deprisa.

Era la etapa 'reina' de este Tour: 210 kms. y tres gigantes del calibre de Galibier, Croix de Fer y Alpe d'Huez. Pero las fuerzas están tan justas a estas alturas de carrera y el viento de cara daba con tanta perseverancia que nadie, de los importantes, se atrevió a lanzar su avanzadilla demasiado lejos por temor de convertir en fracaso su valentía. El CSC, espléndido grupo de rodadores, puso un ritmo fuerte todo el camino hasta la base del último puerto. Allí fue donde atacó Sastre. Eso sí, no esperó que hubiera transcurrido ni un metro. Ni Evans ni nadie se movió. El australiano no creyó que el español fuera un rival tan enconado. Y el otro hombre ducho en la crono, Denis Menchov, perdía contacto castigado en exceso en los cols precedentes.

Menchov se recuperó con el paso de los kilómetros y volvió a entrar delante, pero los hermanos Schleck pusieron un cinturón de hierro en cabeza que ni Evans ni Efimkin, ni Kohl ni Valverde pudieron romper hasta que, a falta de un kilómetro, Samuel Sanchez surgió como una flecha en busca del segundo puesto que obtuvo a pesar de la oposición de Andy Schleck que le salió a la rueda.

Por delante, el abulense Carlos Sastre se convertía en el tercer español en ganar en Alpe d'Huez y en el duodécimo en vestir el maillot amarillo de líder del Tour.

[Fuente: elmundodeportivo.es ]