Tabaquismo

• MEDICINA/SALUD •

■ Parece humo, pero no lo es. En 2030, el tabaco matará a más de ocho millones de almas al año. ¿El ranking de fumadores? Vea.

Si el mítico tango que rezaba aquello de «fumando espero» tuvo alguna vez glamour, a día de hoy –y cuasi oficialmente– se ha quedado en una máxima desfasada e incluso rancia y con cierto olor a naftalina. Los tiempos cambian... afortunadamente. Que el tabaco es nocivo, y mucho, ya no es una consigna pesimista de agoreros y ‘cenizos’ –valga el chiste malo–, sino una realidad más que dramática. Y si no, atento a los siguientes datos. La Organización Mundial de la Salud acaba de señalar al no tan lejano 2020 como el año en el que los cigarrillos serán la principal causa de muerte en el mundo, por encima de enfermedades como el sida. Es más, se calcula que una década después, en 2030, más de ocho millones de personas morirán cada año por causas relacionadas con su consumo, una estadística que en la actualidad está cifrada en 3,5 millones. ¿Mareado con tanto humo? Pues sepa que sólo en nuestro país –a la cabeza de Europa en cuanto a adicción al tabaco, por cierto– 55.000 fumadores se van a ‘criar malvas’ entre Nochevieja y Nochevieja. Los expertos creen, además, que España podría sufrir, en breve, una epidemia de EPOC, tenebrosa sigla que responde a `enfermedad pulmonar obstructiva crónica´. Como para pensarse lo de «café, copa y puro». ¿O no?

UNA OBRA DE INGENIERÍA QUÍMICA
Los cigarrillos llevan 289 aditivos. Un sofisticado sistema para aumentar la adicción. Un 4,2% son azúcares, aparentemente inocuos, pero que al quemarse producen acetaldehído, que refuerza la nicotina. Un 1,1% son derivados del cacao, dulces, sí, pero, además, broncodilatadores. Hasta llevan mentol para irritar menos la garganta.

LOS INDIOS, EN SEGUNDO LUGAR
Aunque las estadísticas manejadas por la OMS señalan que el 80 por ciento de las muertes ocurrirá en países desarrollados, en la India, con 120 millones de fumadores, ya muere uno de cada cinco adictos.

EL PRIMER `PITILLÍN´
Nuestro país es el único de la Unión Europea en el que el consumo adolescente ha crecido hasta un 40 por ciento, pese a haber decrecido entre la población adulta. Las edades, de 13 a 20 años.