Amplio incendio en el delta argentino genera humo y acusaciones
◘ VARIOS ◘
■ El avance del incendio en unas 70.000 hectáreas generado por la quema de pastizales en el delta del río Paraná agravó la nube de humo que cubre parte de las provincias argentinas de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe e incluso llegó a Uruguay.
El gobierno argentino responsabilizó a los productores agropecuarios por la catástrofe ambiental en una zona declarada Reserva de la Biósfera.
"Esto es obra de algunos aspectos de la naturaleza humana, de la irracionalidad, de la irresponsabilidad, se hacen estos procedimientos para evitar arar la tierra", afirmó hoy la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Peatones caminan hoy por la calle Lavalle en el centro de Buenos Aires capital que continúa cubierta por una nube de humo (Efe/Cézaro De Luca)
"Hay argentinos que han perdido la vida, y autos, camiones y colectivos que se ven impedidos de transitar por la ruta", aseveró la mandataria, en referencia a los numerosos accidentes vehiculares producidos en las carreteras por la falta de visibilidad que provoca el humo y que dejaron al menos siete muertos y decenas de heridos.
La situación obligó a cortar el tránsito en algunas rutas porque el humo impedía la visibilidad, a la vez que se alteró el normal funcionamiento de aeropuertos y puertos.
En la misma línea de la presidenta, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, afirmó que "hay una irresponsabilidad de productores agropecuarios que han quemado los pastizales para abaratar costos".
Buenos Aires se ve invadida por el humo. No es tóxico, pero sí nocivo
La acusación se produjo en un momento sensible ya que el gobierno se encuentra en plena negociación con los productores agropecuarios de una nueva política rural para poner fin al conflicto del sector, que en marzo estuvo durante tres semanas en huelga provocando una crisis política y desabastecimiento de alimentos.
Los dirigentes rurales rechazaron las acusaciones. El vicepresidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Ulises Forte, aseguró que había "intencionalidad política" en la denuncia del gobierno, mientras que el número dos de la influyente Sociedad Rural Argentina (SRA), Hugo Luis Biolcati, afirmó que se busca afectar las negociaciones con el agro.
"Es sumamente injusto e imprudente responsabilizar a todo un sector, como son los productores rurales, por responsabilidades individuales que el Estado tiene la obligación de determinar", señaló el dirigente en un comunicado.
El fuego quemó más de 65.000 hectáreas de la zona de islas del delta sobre el río Paraná y tierras en el noreste de la provincia de Buenos Aires y el sur de la provincia de Entre Ríos, a unos cien kilómetros al noreste de la capital argentina.
El origen de algunos focos fueron los incendios intencionales de los pastizales por parte de los productores agropecuarios para limpiar los terrenos. La sequía en la región hizo propagar las llamas y algunos focos están prendidos desde hace 20 días y se reaniman cuando comienza a soplar el viento.
La ciudad de Buenos Aires es afectada desde hace varios días por la densa nube de humo y el olor a quemado. Esta madrugada se registraron los niveles más altos de humareda y monóxido de carbono en el aire, lo que generó especialmente problemas respiratorios y en la vista en la metrópolis, al igual que en poblaciones cercanas y localidades de Uruguay.
La densidad del humo y el terreno irregular dificultan en tanto el combate de las llamas, según informó Hernán Pantuso, funcionario del Organismo para el Desarrollo Sostenido de la provincia de Buenos Aires.
Ayer otra vez la ciudad y sus alrededores se llenaron de humo proveniente de los incendios del Delta. El fenómeno persistirá durante varios días. Imagen: AFP
"Desde hace 10 días no se puede apagar el incendio debido a que el fuego está en medio de bañados e islas, lo que hace casi imposible el acceso al lugar", precisó.
El humo denso impide además el vuelo de hidroaviones para ayudar a apagar el incendio, mientras los helicópteros no pueden aterrizar en gran parte de estos terrenos por la vegetación selvática y agreste.
El funcionario advirtió además que "en la zona de pantanos se forma un gas metano, por la pudrición de material, que hace más difícil combatir el fuego". Los brigadistas deben sumergirse en zonas pantanosas para combatir el fuego con machete y látigos.
Gerardo Mujica, de la Estación Experimental Delta del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), advirtió que el impacto ambiental a largo plazo es grave debido a la destrucción de materia orgánica y de un sector importante del humedal, uno de los principales reservorios de agua dulce y flora y fauna autóctona de la región.
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