¿Quién pîlota la Fórmula 1?
• DEPORTES
D.R.
■ Millonarios y hombres de negocios revolucionan el `gran circo’.
CON NOMBRES PROPIOS.
Es mucho más que un deporte y un negocio. La fórmula 1 es un símbolo de poder. La culminación del éxito para emprendedores a los que les sobra el dinero. Por eso han desembarcado en el ‘gran circo’, que hoy arranca en Australia, magnates dispuestos a hacer mucho ruido. Y no sólo de motores. Les avisamos: Flavio Briatore, el creador de esta escuela, ya no está solo.
FLAVIO BRIATORE. RENAULT. El maestro
Según una divertida historia que corre por el mundillo de la fórmula 1, Flavio Briatore consiguió con su habitual desparpajo que le prestaran una enorme mansión para invitar a las grandes personalidades de la Fórmula 1 cuando entró en el ‘gran circo’. Por entonces no era aún el hombre de mundo en el que se ha convertido, y la velada no marchaba bien. En un momento dado, para hacerse el interesante mientras conversaban en la biblioteca, explicó su gran afición por leer a los clásicos: «Por ejemplo, éste es el último que he leído», dijo agarrando un volumen del estante. Todos se dieron cuenta de inmediato de que el libro era de madera.
Hoy, ya consolidado como director de Renault y uno de los reyes sin corona de la fórmula 1, Briatore reconoce sin pudor no haber leído un solo libro en su vida. Pues bien, este hombre poco dado a la discreción, propietario de un yate de tres pisos con gimnasio, sala de cromaterapia y helipuerto no se siente del todo cómodo con los nuevos millonarios que han llegado a la fórmula 1. Ha criticado el exceso de gasto, la ostentosidad, y él mismo ha insistido en que los presupuestos de Renault se mantengan en un tono moderado. Aunque tal vez se sienta molesto porque su yate, de apenas 60 metros, no puede compararse con el Indian Empress de Vijay Mallya, de un centenar.
RON DENNIS. MCLAREN. El clásico
A lo largo de su historia de velocidad y ostentación, la fórmula 1 ha pasado por varios modelos de propiedad. Originalmente, buena parte de las escuderías –con la excepción de Ferrari– era propiedad de aventureros amantes del riesgo, en algunas ocasiones pilotos, que sacaban el dinero de aquí y de allí para mantener su escudería. De ahí que muchos de los nombres de los equipos –Williams, McLaren, Brabham, Tyrrell y Ligier– fueran los de esos emprendedores. Progresivamente ganaron protagonismo las grandes marcas automovilísticas, y hoy mantienen equipos BMW, Toyota, Honda o Renault. En los últimos tiempos se ha producido un fenómeno nuevo, la llegada de millonarios, como Mallya o el propietario de Red Bull, el austriaco Dietrich Mateschitz, que rivalizan con los que han labrado su fortuna dentro del propio ‘gran circo’ y que buscan, más que dinero, notoriedad.
Bernie Ecclestone
El creador
El creador de lo que hoy es la fórmula 1 es, sin duda, Bernie Ecclestone. Es difícil explicar en qué consiste exactamente el poder de este hombre, que no figura en casi ningún puesto oficial, salvo el de presidente de Formula 1 Management, responsable de los derechos comerciales de la competición. En los años 80, cuando dirigía Brabham, se convirtió en presidente de la asociación de constructores –la FOCA– y convenció a sus socios de vender una fruslería, los derechos de imagen de la competición, repartiéndose cada equipo una pequeña cantidad. Quien los compró fue una empresa suya y, gracias a eso, hoy es uno de los diez hombres más ricos de Inglaterra, con propiedades valoradas en unos 2.500 millones de euros.
Pese al turbio origen de su fortuna y a su aspecto físico endeble –apenas supera el 1,60 de altura, tiene 76 años y problemas cardiacos–, Ecclestone maneja con firmeza las riendas del negocio, eludiendo intentos de secesión, batallas con la Federación Internacional y el disgusto de las grandes marcas, con quienes tiende a solucionar casi todo al viejo estilo del mundo del motor: apretones de manos, charlas amistosas, amenazas veladas.
DIETRICH MATESCHITZ. RED BULL. El tipo duro
Tal vez por su gusto por hacer negocios de manera similar, Briatore se ha convertido en el delfín de Ecclestone. Hasta llegar ahí, los orígenes de Briatore no pueden ser más modestos u oscuros; de hecho, comenzó a trabajar para la familia Benetton cuando tuvo que tomar un avión a las islas Vírgenes para eludir una condena por fraude en la quiebra de una empresa de pinturas para la que trabajaba, y que previamente había sido propiedad del capo mafioso Michele Sidonia. Por cierto que no es la única relación peligrosa que ha mantenido: fue llamado a declarar por la Direzione Antimafia de Palermo en octubre y admitió haber conocido a miembros de las familias Genovese y Gambino, si bien negó cualquier relación financiera con ellos.
VIJAY MALLYA. FORCE INDIA. El debutante
Frente a Briatore y los ‘recién llegados’, otros nombres clásicos mantienen su poder en la fórmula 1. Es el caso del presidente de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), Max Mosley –hijo del fundador del partido fascista británico y buen amigo de Francisco Franco, sir Oswald Mosley–; de Frank Williams, el último ‘patrón’ clásico; o de Ron Dennis, actualmente en peligro en su cargo de jefe de McLaren, que ostenta desde hace 28 años. La lista de oligarcas tradicionales se completa con el sutil patrón de Ferrari, el francés Jean Todt, posible sucesor de Mosley en la FIA y que, a sus 61 años, está prometido con la ex chica Bond y protagonista de Tigre y Dragón Michelle Yeoh.
ALEJANDRO AGAG. El heredero
Pero el heredero potencial del negocio que más interés suscita es Alejandro Agag, El yerno de José María Aznar, según dicen, almuerza cotidianamente con Ecclestone y, de momento, tiene lo necesario para sucederlo: es una persona de trato muy afable, con mucha mayor preparación que sus amigos, y que también parece no ser dueño de nada y estar presente en todo. Por ejemplo, se lo señala como responsable indirecto de la llegada del Gran Premio de Europa este año a las calles de Valencia, y se especula con que esté a punto de hacerse cargo de la competición de GP-2, antesala de la fórmula 1. Además, él, Briatore y Ecclestone han comprado el Queen’s Park Rangers, un equipo londinense ahora en Segunda División pero con bastante historia a sus espaldas, una operación para la que se han asociado con Lakshmi Mittal, según Forbes el quinto hombre más rico del mundo. Para muchos es la prueba definitiva de la existencia de la ‘dinastía’ Ecclestone-Briatore-Agag.
[Fuente: Julián Díez ]
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