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Biografía.- Simon Wiesenthal


• BIOGRAFÍAS


Vengó el Holocausto capturando a más de 1.100 criminales nazis

♦ {31-XII-1908 20-IX-2005}

► Simon Wiesenthal

■ Acusador. En sus manos, imágenes de una ambulancia para matar judíos y de Walter Rauff, jefe de la Gestapo.

Antinazi. Nacido en Buczacz, Ucrania, fue detenido por los nazis con 33 años y enviado al campo de concentración de Mauthausen, de donde fue liberado cuatro años más tarde. Creó dos centros de documenta- ción para llevar ante la Justicia a más de 1.100 criminales nazis.

5 de mayo de 1945. Las tropas norteamericanas liberan el campo de concentración de Mauthausen. Un demacrado hombre de 37 años de edad y 50 kilos de peso que apenas puede mantenerse de pie, entra apoyado en los hombros de dos camaradas de campo en el despacho del coronel norteamericano Richard Seibel.

Esta imagen no la olvidaría nunca más el militar de una de las cuatro fuerzas liberadoras: "Era un esqueleto del cual colgaba un pijama de rayas, pero era un hombre que a pesar de todo podía hablar aún con sus ojos".

Franz Stangl. Contribuyó a la muerte de 400.000 personas.

Mientras soldados norteamericanos van deteniendo a diferentes miembros de las SS que entran esposados en la barraca del Coronel, Simon Wiesenthal, el esqueleto andante de ojos elocuentes, pide poder quedarse mientras tienen lugar los interrogatorios. A partir de ese momento, acude todos los días a la barraca despacho del coronel Seibel. Su meta es poder colaborar con la unidad encargada de documentar los crímenes de guerra. Mientras varios compañeros de campo van muriendo en los días posteriores a la liberación, Wiesenthal hace una lista con 91 nombres de nazis que cometieron, en base a su propio testimonio o el de otros prisioneros, atrocidades en los campos por los que pasaron. Su precisión y capacidad de memoria, demostradas en la elaboración de la lista, a pesar del último resquicio de vida que mostraba su cuerpo, impactó tanto a los norteamericanos que meses más tarde empieza a trabajar en la US War Crime Unit, la sección jurídica encargada de seguir la pista a los nazis no capturados y a recopilar testimonios de los supervivientes.

Wiesenthal termina entrando en la Office of Strategic Services (OSS), el servicio secreto que precedió a la CIA, y desgraciadamente comprueba una y otra vez como muchos de los nazis que habían sido detenidos son liberados sin cargos.

En ese momento se da cuenta de que tendrá que idear por iniciativa propia algo que le permita seguir la pista a los culpables. En 1947 crea con varios supervivientes de Mauthausen un comité judío encargado de recopilar testimonios que años más tarde se convertiría en su Centro de Documentación.

Gustav Wagner. Mano derecha de Franz Stangl.

Sesenta años después, Simon Wiesenthal ya se ha convertido en un gran icono de la lucha contra el olvido después de enfrentarse a una dura posguerra y una Guerra Fría que no facilita el apoyo ni económico ni político que precisa para poder seguir sus pesquisas.

Viajó por media Europa, visitando y entrevistando a familiares, amigos, conocidos de los nazis huidos y hasta las esquelas de la prensa de familiares fallecidos de los buscados le llevan a seguir más de una pista, como ocurrió en el caso de Adolf Eichmann a finales de los años 50.

Adolf Eichmann. Organizó los transportes de la muerte.

Cansado de un trabajo minucioso, de enorme tesón y con pocos resultados decide ceder en 1955 todo su material recopilado al Yad Vashem de Jerusalén. Pero el cazanazis no descansa y su obsesión sigue siendo Adolf Eichmann. "Durante casi 16 años he pensado todos los días y noches en Adolf Eichmann", testificó durante el juicio contra éste en 1961, en Israel.

Oyó por primera vez el nombre de este criminal en Mauthausen de boca de un prisionero húngaro. Después de la guerra, la OSS le encargó que se ocupara del caso y lo único que se sabía hasta entonces era que Eichmann había sido el responsable de organizar los transportes de la muerte. Remotas casualidades y circunstancias más que aventureras hicieron que Wiesenthal diera con su obsesión más grande: Eichmann fue capturado en 1960 en Argentina y condenado a la pena capital en Israel.

Simon Wiesenthal, muerto el 20 de septiembre, ha dejado para la eternidad 40 metros de expedientes que servirán de base para el Instituto Wiesenthal que la república austríaca está pensando en fundar.


Sus “presas”

1.100 criminales nazis era la cifra que el propio Wiesenthal solía dar cuando se le preguntaba a cuánto ascendían sus capturas logradas durante los 60 años que duraron sus pesquisas. Adolf Eichmann, responsable de la organización de la deportación de seis millones de judíos europeos, fue el caso más espectacular y quizás el que le dio fuerzas para seguir con sus investigaciones. A Franz Stangl, como comandante del campo de concentración de Treblinka, se le acusó de haber contribuido a la muerte de 400.000 personas. Fue capturado en 1967 en Sao Paulo (Brasil) y condenado a cadena perpetua en una cárcel alemana, donde murió en 1971. También capturó a Gustav Wagner, que era la mano derecha de Stangl cuando éste fue comandante del campo de Sobibor. Y a Karl Silberbauer, el nazi que mandó detener a Ana Frank y a su familia enviándolos al campo de exterminio donde murieron su madre y hermanos. Wiesenthal dio con él en 1963 y sorprendentemente un juez le declaró inocente. El caso de Rajakowitsch, que era el vice de Eichmann en los Países Bajos, también es conocido. Hermine Ryan-Braunsteiner, la cruel asesina de niños en el campo de Majdanek, fue hallada en Nueva York, capturada en 1973 y condenada a cadena perpetua en Alemania. Y Franz Murer, el carnicero de Vilna, capturado por Wiesenthal, es detenido en 1947 y entregado a los soviéticos, que primero le condenan a muerte en Moscú y después a 25 años de cárcel. En 1955 es devuelto a Austria, donde empieza una vida en libertad. Nuevos cargos presentados por el cazanazis hacen que sea procesado y finalmente absuelto.


[Fuente: Mónica Fokkelman]

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