La fuente principal del Nilo, el manantial de Sakala, situado en las tierras altas de Etiopía, fue el punto de partida ineludible de la expedición que, tras lograr por primera vez descender por el río desde su nacimiento hasta su desembocadura, dio como fruto la película «El misterio del Nilo».
Rodada en formato IMAX bajo la dirección del periodista español Jordi Llompart, el documental se ha proyectado recientemente en el histórico cine Ethiopian National Theatre de Addis Abeba, uno de los más antiguos del continente africano. Fotografías de Michel L’Huillier/Orbita Max
Fuente de vida
Los antiguos egipcios denominaron al Nilo el río de la vida porque era el catalizador de la fertilidad de los valles circundantes, y aún hoy sustenta la vida donde el desierto no ha conquistado el paisaje; se estima que unos 200 millones de personas dependen de sus aguas.
El Nilo, el río más largo del mundo, baña las tierras de diez naciones africanas: Tanzania, República Democrática del Congo, Burundi, Ruanda, Uganda, Kenya, Etiopía, Eritrea, Sudán y Egipto. Sumando los caudales de sus dos tributarios principales, el Nilo Blanco y el Nilo Azul, o Abbai Wenz, este inmenso río recorre alrededor de 6.700 kilómetros de variados paisajes en su largo viaje hasta el Mediterráneo.
Durante siglos, muchos fueron los que, sin éxito, quisieron descubrir la ubicación exacta de su fuente primigenia. Aunque las exploraciones de la era del colonialismo concluyeron que su fuente principal se hallaba en las orillas septentrionales del lago Victoria, en realidad acertaron sólo en parte. Una importante fracción de sus aguas fluye desde este inmenso lago, pero no todas. Su fuente principal, el manantial de Sakala, origen del Nilo Azul, fue descubierta por el jesuita español Pedro Páez a principios del siglo XVII en las tierras altas de Etiopía. Lea el artículo completo en la revista
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