Este festival vertebrado en torno al barrio de Lavapiés también tendrá otros alicientes. Habrá también un pequeño espacio para el cine asiático gracias a las retrospectivas que se dedicarán a Edward Yang, Wong Kar Wai y Kon Ichikawa. Además, este año se vertebra en torno a la temática de Los gitanos con una muestra de películas poco conocidas sobre ellos. Por último, tendrá lugar una pequeña representación de filmes australianos.
La Filmoteca Española, el Ateneo de Madrid, Casa Asia, La boca Espacio Cultural o La escalera de Jacob serán los lugares donde se proyecten todos los largometrajes y cortos que tiene previsto proyectar el Festival. Para información más detallada pueden consultar su web.
Moda y mucho curry
Aunque Nueva Delhi esté a más de 7.000 kilómetros de la meseta y los españoles sean más cercanos por tradición al pimentón que al curry, India está muy presente en Madrid. Su gastronomía, su moda y su cultura se cuelan por nuestras calles, impregnándolas con ese aroma especiado, la exuberancia de sus trajes y esa sonrisa que permanece perenne en los rostros de sus gentes.
Si hay un lugar entre estas siete colinas donde esa esencia asiática se respira más es en Lavapiés. Siguiendo la estela de otras ciudades occidentales, Madrid ya tiene su propia curry mile y la conforman las calles de Lavapiés y Ave María. Mucho camarero servicial invitándote a cenar, muchas escaseces en las raciones... Pero entre todo este caos resultan recomendables los restaurante Moharaj (Ave María 26, aunque también tienen otro local en la cercana calle Buenavista), con un excelente chicken tandoori y una tarta de zanahoria imprescindible, y Bombay Palace (en el mismo número de la misma calle), en el que no hay que dejar de probar el chicken saag y el madras. Ahora que empieza el buen tiempo, además, sus terrazas se convierten en un animado punto de encuentro a la caída del sol.
Si quiere aventurarse a cocinar por su cuenta, las tiendas de Lavapiés le surtirán con todos los ingredientes necesarios. Nasima (C/ Miguel Servet, 6) tiene una amplia selección de legumbres, especias y arroz: pimienta, cardamomo verde y negro, masalas... En el número 88 de la calle del Amparo, otra opción: Foodland Alimentación Oriental.
Los que prefieran ir poco a poco en esto de la inmersión cultural pueden optar por la opción de Iroco, un clásico en la capital que esta primavera dedica una carta especial a la comida india. De la mano de su chef Pedro Molina, dos entrantes (samosas vegetales con mango chutney o langustinos crujientes al curry con raiti) y dos principales (lamb garam masala o chicken tandoori) componen una carta de temporada ajustada a los principios más tradicionales de esta gastronomía. Y para disfrutar de ella en un ambiente relajado, nada como hacerlo en la terraza-jardín del restaurante.
Danza y decoración
Si hay algo que ha triunfado en Madrid son los cursos de danza bollywood. La inspiración que ha traído la meca del cine oriental cautiva a muchas personas y cada día surgen nuevas compañías y academias. Aparte de clases de yoga, talleres puntuales de cocina india, de pinturas de henna o clases de hindi, el Centro Club Masala (Ponciano, 4) ofrece sesiones de aprendijaze de danza bollywood y también de bailes tradicionales de la India.
Asiana (Trav. San Mateo, 4) importa hasta Madrid muebles antiguos y objetos de decoración indios, chinos, tibetanos, birmanos o vietnamitas. Sólo por el encanto que destila el local –con unos sótanos que formaban parte de los pasadizos del Convento de Santa Isabel– merece la pena la visita. Y para hacerse con la moda más fascinante a este lado del Ganges, Aunty B (Francisco Suárez, 16). Faldas de seda, pashminas de cachemira a mitad de precio que en otras zonas de Madrid, collares, edredones... Dos hermanas son las propietarias de este comercio que importa directamente todo su género.
Fuente: → El Confidencial
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