Civilización azteca
■ El pueblo azteca dominó las áreas central y sur del actual México, entre los siglos XIV y XVI. Los aztecas o mexicas fueron herederos de la tradición cultural de los toltecas, quienes sirvieron de nexo entre la cultura azteca y la maya. Aunque la llegada de los españoles significó la desaparición política de esta civilización, subsistió por muchos aspectos entre la población indígena.
La historia de un gran imperio
Para cuando llegaron los españoles, la civilización azteca era la unidad política más importante de toda Mesoamérica. Fue un pueblo de cazadores nómadas que comenzó a penetrar en el valle de México hacia el 1215; y recién en 1325 pudo fundar su ciudad, Tenochtitlan.
Ya asentados, estuvieron por varias décadas dominados por el señorío de Azcapotzalco. Hacia 1430, los aztecas asimilaron la cultura de los pueblos avanzados del Valle (principalmente de los toltecas, quienes sirvieron de nexo entre la cultura azteca y la maya) y se convirtieron en un eficiente poder militar. Entonces, mediante alianzas militares con otros grupos y poblaciones conoció una rápida expansión, logrando dominar las áreas central y sur del actual México entre los siglos XIV y XVI.
El pueblo mexica formó una alianza con los señoríos de Texcoco y Tacaba, que se conoció como La Triple Alianza. Bajo el mando de notables jefes militares -Moctezuma, Ilhuicamina y Ahuitzotl-, los aztecas conquistaron el centro de México, Veracruz, la costa de Guerrero, parte de Oaxaca y dominaron el territorio de Soconusco, en los límites con Guatemala.
Este imperio hizo un gran desarrollo de la agricultura, la pesca y el comercio; aunque su economía fue principalmente agrícola (cultivo de maíz y frijoles). Un aspecto muy interesante, tanto económico como político, fue el "tributo". éste era pagado, en especie, por los pueblos que estaban sometidos por los aztecas; y servía para abastecer a la capital azteca de productos básicos, materias primas y manufacturas.
La sociedad azteca estaba organizada en calpulli (grupo de casa o barrio). El calpulli poseía una sociedad agraria global que se subdividía periódicamente entre los núcleos familiares. Los cuerpos urbanos estaban divididos en cuatro partes y éstos a su vez en cinco barrios o calpulli.
El conjunto de los veinte calpulli contaba con su propio jefe, su administración y sus institutos de culto. Y a su vez estaba bajo el poder central del tlacatecutli, o señor de la guerra, rodeado de la nobleza. Entre la clase noble y la de los agricultores comunes, se encontraba la de los artesanos en los oficios o las artes. El escalón más inferior en esta sociedad lo ocupaban los esclavos.
La civilización azteca tuvo un espléndido desarrollo cultural; y gran parte de este desarrollo estaba determinado por las creencias religiosas, que los aztecas adoptaron de los pueblos vecinos y sometidos. Su religión era politeísta. Sus ceremonias eran múltiples y muy variadas; y en ellas se ofrecían a los dioses sacrificios humanos. Se creía que con éstos se mantenía la vitalidad y la fuerza de los dioses y del Sol.
Las ceremonias rituales eran organizadas por una poderosa casta sacerdotal, que también dirigía los centros de educación y realizaba predicciones sobre los diversos aspectos de la sociedad y la política del imperio.
El arte azteca fue una evolución de la tradición tolteca, y se destacó en principio la arquitectura, escultura, orfebrería y cerámica. Por su parte, la escritura se basaba en un sistema jeroglífico muy cercano al fonetismo.
Fuente: → Publispain
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