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Este Barça es el más grande


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  Iniesta y Messi levantan el trofeo de la Liga de Campeones en el Olímpico de Roma tras la victoria del Barça por 2-0 ante el United. (Foto: AP)

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■ El Barcelona conquistó en Roma ante el Manchester United (2-0) su tercera Liga de Campeones con los goles de Samuel Eto'o y Leo Messi, uno en cada tiempo. Tras un inicio dubitativo, con los ingleses de Cristiano Ronaldo volcados sobre la portería de Víctor Valdés, ejerció un dominio implacable del juego hasta la victoria y un 'triplete' único en el fútbol español, con los títulos de Liga, Copa del Rey y Champions. [Narración y Estadísticas] .

Liga de campeones 2008-2009

TERCERA LIGA DE CAMPEONES PARA EL CLUB AZULGRANA

  • Gran actuación del 'lesionado' Andrés Iniesta, el gran héroe de la 'Tercera'
  • El United, tras 10 minutos de dominio, fue aplastado por el gran fútbol azulgrana

Iniesta y Messi levantan el trofeo de la Liga de Campeones en el Olímpico de Roma tras la victoria del Barça por 2-0 ante el United. (Foto: AP)

El efecto devastador de un descosido. En un mal movimiento salta un punto en la costura del pantalón, asoman los paños menores y la admiración se transforma en sonrojo. La elegancia del traje, el más caro del mundo, que portaba el United con ostentación, quedó desnuda por un desequilibrio de aspecto circunstancial, casual.

Lo que no es coincidencia es la catedral de FÚTBOL mayúsculo que, a partir de ese fundamento, fue capaz de construir el equipo español. Es el motor de todos sus éxitos, la piedra filosofal y el filón creativo de un año triunfal en todo. En esta final no importaron las bajas en defensa que amenazaban la integridad del equipo. La calidad, individual y colectiva, se impuso.

El impulso ultrasónico de un gol. Tras la salida más penosa de la temporada, con el Barcelona a merced de los ingleses - cuatro tiros de Cristiano Ronaldo, otro remate de Park, dos intervenciones mejorables de Víctor Valdés- una ráfaga en la dirección contraria cambió por completo la correlación de fuerzas. Los discípulos de Alex Ferguson se colocaron en formación ofensiva desde el inicio, adelantadísimos, y se rompieron tras el percance del décimo minuto.

Patrice Evra había desaparecido de su cuadrícula defensiva por la crecida efervescencia del United. Andrés Iniesta, en su primera intervención en 10 minutos, más exactamente su primera acción en dos semanas por lesión, intuyó el desmarque de Samuel Eto'o. Ahí puso el pase.

El camerunés, que lleva un último mes obtuso en su zona de cañonero, sacó a colación facultades de extremo derecho, burló el marcaje de Nemanja Vidic, se anticipó a la ayuda urgente de Michael Carrick y tocó de puntera, por abajo, de forma que el largo portero holandés del MU no encontrara la bola.

Y la mejor plantilla del mundo entró en el partido para regocijo del universo culé, José Luis Rodríguez Zapatero incluido, que ahí estaba pegado a Silvio Berlusconi que parecía dormitar -al menos Eva Longoria leía una revista en otra zona vip'-, con el Rey Juan Carlos a su izquierda.

Muchos ingleses no se creían lo que estaban viendo después de esos 10 minutos previos en que sus jugadores pudieron noquear al Barcelona anticipándose en todo. Comentaban que había trampa, que Xavi Hernández no podía ser tan preciso en sus pases ni Iniesta haber estado lesionado. Les habían engañado. Les habían dicho que el peligro era Lionel Messi y resulta que no era exactamente así, al menos hasta bien pasado el ecuador de la primera mitad, cuando empezó el repaso. El Barcelona transitaba por espacios infinitos que ni siquiera el United puede imaginar.

El Manchester tiró de pundonor en su intento de que el partido girara a su favor, pero en la segunda mitad la presión del Barcelona fue aún mayor y el fútbol no se desplazó un milímetro de las botas catalanas.

Aunque Van der Sar y el palo retrasaron la hemorragia, al rechazar remates de Thierry Henry y Xavi, el equipo inglés no pudo evitar que éste último colgara el centro más preciso al área inglesa y Messi recalcara de cabeza que quiere el Balón de Oro 2009 con permiso de Iniesta y del mismísimo Hernández, condecorado con el galardón de mejor jugador de la final.

La historia recordará eternamente a este Barcelona, incluso si su grandeza futbolística se evaporara de súbito tras este primer año insospechado de Pep Guardiola. Lo cual no es nada probable, ni por la filosofía del entrenador, ni por las maravillas que alumbra el club en La Massía y pone a jugar en el Camp Nou, como Sergio Busquets, impecable en el Olímpico romano. Hace 12 meses, sin cambiar de entrenador, peleaba en la Tercera División.

Fuente: →   El Mundo

3 comentarios:

Anónimo dijo...

mucho barça mucho barça ehhhh
asi da gusto, triplete, ya lo comentamos en alguna que otra ediccion del blog, que este barça es mucho barça
saludos

ghjghjghjgh dijo...

FORÇA

Anónimo dijo...

Se me olvido mandarte mi felicitación. Es muxo Barsa,
Medina