Sin embargo, el calendario electoral favorece los intereses de Rajoy. Por un lado, va a dedicar todos sus esfuerzos a las elecciones vascas y gallegas, protagonizando una intensa campaña que no le va a permitir ni un minuto de descanso, según dicen a este diario fuentes de Génova. Núñez Feijóo, Basagoiti y Rajoy comparten visiones muy similares sobre el papel del PP en ambas autonomías y su relación con los nacionalismos, y podrán hacer sus discursos sin interferencias.
Un candidato para la ‘derecha’
Superado el trance del 1 de marzo, el líder del PP puede volcarse sin distracciones en su proyecto más ambicioso en el primer semestre: ganar las elecciones europeas. Para ello necesitaba contar con un cabeza conocido y con buena aceptación, y Mayor Oreja reúne ambas cualidades. No provoca rechazo –al contrario que otros líderes del ‘sector crítico’-, y suma voluntades donde más le preocupa a Rajoy perderlas: por su derecha.
Una derecha que parecía dispuesta a votar a UPyD, el partido de Rosa Díez que lleva como candidato al catedrático Francisco Sosa Wagner, para castigar a Rajoy. Pero, ¿será capaz esa derecha y sus líderes mediáticos de hacer campaña contra Jaime Mayor? ¿Se podrá poner en duda su españolismo y su defensa de la idea de nación frente a las ambiciones soberanistas? Difícilmente. Lo que sí han pactado ambos líderes, Rajoy y Mayor, es coincidencia de discursos.
Lo hicieron hace tres semanas, cuando ambos coincidieron en un reservado del restaurante Zalacaín, tal y como adelantó en exclusiva este diario, razón por la que Rajoy se ausentó de la votación de los Presupuestos Generales del Estado. En esa comida, Rajoy propuso a Mayor ser de nuevo el candidato. Este aceptó a pesar de los desencuentros del pasado y, de hecho, desde ese momento no se han oído más que alabanzas hacia Rajoy.
Con todo, el método elegido para anunciar la decisión de Rajoy, vía sms –“PPcom. Mariano Rajoy propondrá a Jaime Mayor Oreja como número uno de la candidatura popular a las elecciones europeas”-, dice mucho de las discrepancias que en la propia sede del PP genera esa decisión. Cierto que Mayor contaba con bastantes apoyos, pero entre los más afines a Rajoy no las tenían todas consigo y apostaban por un candidato diferente, que fuera “más de Rajoy”, decían.
Más ‘pros’ que ‘contras’
Aunque nadie de la actual Dirección pondrá pegas a la elección de Mayor, lo cierto es que en el núcleo duro del equipo de Rajoy se creía que la elección del actual portavoz podría dar alas a los críticos, en el sentido de ver reafirmadas sus discrepancias con Génova 13. Y si Mayor gana las elecciones, dicen estos, el sector crítico podría ponerlo como ejemplo de lo que hay que hacer frente a la actual estrategia del equipo de Rajoy. Pero esta opinión no es compartida por todos.
De hecho, Rajoy se ha apoyado más en quienes creen que la opción de Gallardón –la única con verdaderas opciones de haber salido adelante- hubiese sido mucho más perjudicial para Rajoy que la de Mayor. En el primer caso, una victoria habría elevado muchos enteros las aspiraciones del alcalde, que habría encontrado apoyos suficientes como para poner en entredicho la continuidad de Rajoy. En el segundo, y dada su implicación en la campaña, Rajoy siempre podrá personalizar la victoria si se produce.
De hecho, estos últimos aseguran que si el PP gana las elecciones, Mariano Rajoy podrá, por fin, acallar muchas voces y obligará a quienes ahora le critican a cerrar filas ante la perspectiva de que, por primera vez en varios años, el PP esté en condiciones de ganar unas elecciones generales. Mayor, por su parte, tiene asegurada su continuidad en sus actuales responsabilidades europeas, que era su máxima aspiración. Y eso implica, dicho coloquialmente, “volver al redil”.
1 comentarios:
Hola Fali! un saludo y feliz 2009!!
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