MIGUEL PORTILLA | MADRID
A muy pocos días de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se vuelva a reunir con los principales dirigentes de la banca para presionarles de nuevo en que concedan más créditos, varias entidades han manifestado a ABC que se siente engañadas por el Ejecutivo en buena parte de las medidas que está tomando para fomentar la concesión de préstamos o para apaciguar los graves efectos de la crisis económica. Sobre todo en lo referente a las condiciones que el Ejecutivo trata de imponer a las entidades financieras respecto a la moratoria hipotecaria de dos años para los parados, los autónomos con bajos ingresos y los viudos.
El Gobierno, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), ha dotado una línea de crédito de 6.000 millones de euros destinados a ayudar a aquellos titulares de hipotecas con problemas económicos. En concreto, para trabajadores por cuenta ajena en desempleo desde al menos tres meses antes de solicitar la ayuda. También para los autónomos que se hayan visto obligados a cesar en su actividad desde 90 días antes a la petición de la ayuda o para los que sus ingresos íntegros sean inferiores a tres veces el importe mensual del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples. Por último, también será válido para los pensionistas de viudedad por fallecimiento ocurrido una vez concertado el préstamo hipotecario en fecha posterior al 1 de septiembre pasado.
Estas ayudas se convertirán en una moratoria hipotecaria, que consiste en aplazar temporal y parcialmente la obligación de pago del 50% del importe de las cuotas hipotecarias durante los años 2009 y 2010, con una cantidad máxima de 500 euros mensuales. es decir, 12.000 euros en total. La moratoria sólo será para las hipotecas de la vivienda habitual que hayan sido suscritas antes del 1 de septiembre de 2008, que no se encuentren en situación de mora y cuyo importe inicial no supere los 170.000 euros.
Ahora bien, ese aplazamiento lo tendrán que realizar los titulares de las hipotecas firmando un contrato con la entidad financiera que les concedió el préstamo. Durante esos dos años, el ICO provee mensualmente a las entidades de los fondos que se van aplazando para que no vean mermada su liquidez. A partir de enero de 2011, los clientes beneficiarios de esta moratoria tendrán que pagar su cuota de crédito habitual y el importe aplazado, que tendrán que desembolsarlo en 3, 5, 7 o diez años.
El problema está en los fallidos
El problema se plantea cuando, pasados esos dos años, el crédito se convierte en fallido, ya que el Gobierno sólo quiere asumir el 8% de la morosidad y pretende que los bancos o las cajas de ahorros se hagan cargo del 92% restante.
Sin embargo, las entidades financieras ya le han hecho llegar al Gobierno que en esos términos no van a conceder los aplazamientos, puesto que son créditos de alto riesgo y hay que repartírselos al 50% como se había hablado al principio. Por ese motivo, y dado el plante realizado por los bancos y las cajas, el Ejecutivo está estudiando presentar un aumento de la asunción de riesgo por su parte.
Otra de las cuestiones importantes, si cabe tanto como la anterior, radica en que la nueva normativa contable obliga a las entidades financieras a provisionar todo el crédito concedido a los tres meses de haberse dejado de pagar una cuota, cuando antes este periodo se extendía hasta un año.
Es decir, siguiendo la normativa actual, en el caso de la moratoria hipotecaria, a los tres meses de concedérsela, los bancos y las cajas se verían obligados a provisionar todo el crédito, a pesar de que está avalada por el Estado.
Por ese motivo, las entidades han solicitado al Banco de España que se las exima de provisionar todo el crédito, en el caso de que se convierta en fallido, hasta que no se cumplan los dos años que dura la moratoria hipotecaria promovida por el Gobierno.
Fuentes del Banco de España manifestaron a ABC que esta situación es nueva y muy compleja, y por tanto no aparece como tal en la Circular Contable, por lo que esta institución está estudiando todavía cuál podría ser el tratamiento de contabilidad que se podría aplicar.
Fuente: ABC.es.
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