La sustancia, de consistencia parecida a la de la pasta de dientes, crea un recubrimiento biodegradable sobre el hueso que lo ayuda a regenerarse.
Los especialistas de la Universidad de Nottingham que lo crearon -al frente de quienes figura el profesor Kevin Shakesheff- sostienen que el material evitaría, en muchos casos, los injertos dolorosos de huesos.
Los expertos iniciaron las pruebas clínicas de la sustancia, un polímero, en el Reino Unido y se espera que pueda ser utilizada en Estados Unidos en los próximos 18 meses.
Sin operar
El llamado "hueso inyectable" ganó un prestigioso premio de innovación médica la semana pasada.
“ Nosotros creemos que bastará insertar la aguja, llevarla al sitio deseado e inyectar el polímero “. Kevin Shakesheff, Universidad de Nottingham
Shakesheff declaró que el polímero se inyecta fácilmente sin necesidad de incisión quirúrgica, al contrario de lo que ocurre con los injertos óseos, en los que se usa hueso del mismo cuerpo del paciente para reparar el daño.
El científico explicó que "no sólo (con la técnica actual) el paciente tiene que ser operado sino que además queda con un área dañada", lo cual se evitaría con el uso del nuevo material.
"Nosotros creemos que bastará insertar la aguja, llevarla al sitio deseado e inyectar el polímero", que es capaz de endurecerse en cuestión de minutos.
"Debido a que el material no se calienta, las células óseas a su alrededor sobreviven y pueden crecer", añadió Shakesheff.
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