Tecnología: Las tiendas están obligadas a aceptar tus pilas usadas
D esde el 1 de octubre las tiendas y puntos de venta de pilas están obligados por ley a aceptar baterías, acumuladores portátiles y pilas usadas de forma gratuita. Ya no tenemos excusa para tirarlas a la basura.
Las novedad del Real Decreto 106/2008 (ver pdf) que entró en vigor en septiembre es que obliga a los distribuidores, es decir, a los puntos de venta, a aceptar sin cargo alguno para el consumidor la devolución de las pilas y acumuladores portátiles usados en el momento de venderles nuevos productos.
Tal como incide la Fundación para la Gestión Medioambiental de Pilas (Ecopilas), en el precio de venta de las pilas o acumuladores, está incluido el coste de la gestión ambiental del producto. Por otra parte, los productores de pilas están obligados a hacerse cargo de la recogida y la gestión del residuo al final de la vida útil del producto, algo que contempla la Ley 10/1998 que regula la gestión de residuos.
Según datos de la Asociación Española de Recogedores de Pilas, Acumuladores y Móviles (AERPAM), en España se consumen al año más de 1.000 millones de pilas. De ellas, sólo se recoge de forma selectiva el 15% y sólo el 1% se recicla.
No hay que olvidar que el vertido y la incineración de las pilas usadas pueden causar graves daños ambientales y de salud: una sola pila botón contamina 600.000 litros de agua. Los Gobiernos europeos, conscientes del problema que representan estas baterías para la salud humana y el medio natural, en mayo de 2006 se propusieron que al menos el 45% de las pilas fueran recicladas en 2016.
Otra de las novedades del nuevo decreto es la obligación de indicar en el etiquetado la capacidad de la pila para mejorar la información al consumidor.
La nueva ley afecta a todo tipo de pilas, acumuladores, y baterías: pilas botón, pilas estándar, acumuladores portátiles, baterías de automoción, baterías industriales, e incluso aquellas pilas, acumuladores y baterías procedentes de los vehículos al final de su vida útil y de aparatos eléctricos y electrónicos.
Las nuevas obligaciones de productores y distribuidores marcan un paso más en el camino de asumir las responsabilidades de nuestros productos. Por eso, los consumidores también tenemos la obligación de gestionar correctamente las pilas.
Por increíble que parezca casi el 99% de las pilas va al vertedero ya que lo habitual es que se tiren al cubo de basura normal. Allí se liberan los contaminantes que llegan al suelo, al agua o al aire, pudiendo acumularse en los seres vivos que habitan esos medios.
Con todo, como consumidores también debemos actuar de forma responsable, por ejemplo, teniendo en cuenta la política de tres "R": reducir (eligiendo aparatos que no consumen pilas -la electricidad de las pilas es 450 veces más cara que la de la red), reutilizar (podemos utilizar pilas recargables para así alargar su vida útil) y reciclar (en contenedores, puntos limpios, y en cualquier punto de venta).
Ciudades como La Coruña ya tienen en marcha un proyecto de gestión de pilas con más de 1.000 puntos de recogida de baterías usadas, una iniciativa que engloba los aspectos más importantes de un sistema integrado de gestión: logística, clasificación y comunicación. Ahora a esperar que cunda el ejemplo en el resto de ciudades españolas.
* Amanda del Río es ambientóloga y trabaja en la Fundación Global Nature(Las conclusiones y puntos de vista reflejados en este artículo son responsabilidad únicamente de su autor y no representan, comprometen, ni obligan a las instituciones a las que pertenece).
Fuente: SOITU.ES.
Compartir
0 comentarios:
Publicar un comentario