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Un desafío por el que le piden 13 millones de euros

•   Informática/Internet   •

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■ Se llama Pablo Soto, tiene 28 años y es el creador del sistema de intercambio de archivos Manolito P2P. La industria discográfica va a por él. Le piden 13 millones de euros, diez veces la facturación anual de la empresa que dirige.

Pablo es feliz aprendiendo en Internet. Lleva lanzando proyectos unos cuantos años, algunos de ellos con éxito inesperado". Y con polémica mundial, cabe añadir a la presentación que hace de sí mismo Pablo Soto en su blog. A sus 28 años, este informático madrileño se ha convertido de la noche a la mañana en el nuevo blanco de la industria discográfica. ¿Su pecado? Ser el padre de un sistema de intercambio de música que acumula ya millones de descargas e incurre, según las multinacionales, en una "competencia desleal" respecto al modelo clásico.

Soto vive la tecnología como una pasión. "Empecé a programar muy pequeñín, con nueve años", explica a Ariadna apenas unas horas después de verse empujado hasta el ojo del huracán por la primera demanda civil contra un creador de programas en España. Ese entusiasmo precoz por los ordenadores le llevó a dirigir una multinacional sueca de desarrollo de software y, poco después, a independizarse del proyecto para levantar su propia empresa.

El nuevo enemigo de la industria se dio cuenta de que había llegado su turno en el año 2001. En pleno debate sobre el cierre de Napster y con sus herederos -Audiogalaxy o KaZaA-, también amenazados por las discográficas, Soto supo interpretar la situación como una "oportunidad de negocio" y comenzó a diseñar en su cabeza un sistema que no pudieran clausurar "ni la ley ni las discográficas".

Muchas noches sin dormir y un abandono prematuro de la universidad dieron como resultado el protocolo de intercambio Manolito P2P, el mismo contra el que apuntan ahora los cuatro gigantes de la industria musical -Warner, Universal, Emi y Sony- y la asociación que agrupa a los productores españoles, Promusicae. En ese protocolo se basa Blubster, un programa que en sólo unos meses se vio superado por una demanda imprevista. Ante la caída de Napster y el bloqueo de gran parte de las alternativas, este software español atrajo a decenas de miles de usuarios y escaló hasta las primeras posiciones en las páginas de descarga. "La avalancha empezó a provocar unos gastos importantes por el volumen de datos que pasaban por nuestros servidores", comenta Soto al recordar aquel éxito repentino.

Y porque el mundo del cine no quiere repetir el error de las discográficas. "El sector de contenidos en Europa está sufriendo por la segmentada reglamentación y la falta de un sistema amigable para acceder al contenido protegido", asegura Viviane Reding, comisaria europea. La Comisión anunció un impulso para crear un único sistema válido para toda Europa y pidió a los estudios que trabajen para conseguir herramientas comunes de trabajo y protección. Por último, está la protección que las compañías de alquiler o venta puedan dar a los contenidos.

La mayoría apuesta por Windows Media Player, el único reproductor que cumple con los requisitos de seguridad de varios estudios, pero solo está disponible para ordenadores Windows. Por ello las pocas tiendas que se han animado en nuestro país a ofrecer vídeo bajo demanda, como Pixbox -de Telefónica- o FilmTech, limitan el uso a ordenadores con el sistema operativo de Microsoft.

Con tantos obstáculos sólo hay un puñado de iniciativas. Una de las pocas que permite descargar una película y verla en el televisor sin un PC es Butaca TV, de InOutTV. Utiliza la señal de TDT para enviar una selección del contenido a un descodificador con disco duro. Si el usuario no está interesado las borra y recibirá otras ofertas. El precio del alquiler oscila entre los 2,5 y los 4,5 euros. La alternativa, para muchos, acaba siendo el P2P y la piratería. Bajarse una película, grabarla y reproducirla en la tele. El 52% de los usuarios de Internet en España lo hace, según la Asociación Europea de Publicidad Interactiva. El mercado para el vídeo bajo demanda existe. Sólo hace falta canaliza anunció un impulso para crear un único sistema válido para toda Europa y pidió a los estudios que trabajen para conseguir herramientas comunes de trabajo y protección.

Por último, está la protección que las compañías de alquiler o venta puedan dar a los contenidos. La mayoría apuesta por Windows Media Player, el único reproductor que cumple con los requisitos de seguridad de varios estudios, pero solo está disponible para ordenadores Windows. Por ello las pocas tiendas que se han animado en nuestro país a ofrecer vídeo bajo demanda, como Pixbox -de Telefónica- o FilmTech, limitan el uso a ordenadores con el sistema operativo de Microsoft.

Con tantos obstáculos sólo hay un puñado de iniciativas. Una de las pocas que permite descargar una película y verla en el televisor sin un PC es Butaca TV, de InOutTV. Utiliza la señal de TDT para enviar una selección del contenido a un descodificador con disco duro. Si el usuario no está interesado las borra y recibirá otras ofertas. El precio del alquiler oscila entre los 2,5 y los 4,5 euros.

La alternativa, para muchos, acaba siendo el P2P y la piratería. Bajarse una película, grabarla y reproducirla en la tele. El 52% de los usuarios de Internet en España lo hace, según la Asociación Europea de Publicidad Interactiva. El mercado para el vídeo bajo demanda existe. Sólo hace falta canaliza anunció un impulso para crear un único sistema válido para toda Europa y pidió a los estudios que trabajen para conseguir herramientas comunes de trabajo y protección. Por último, está la protección que las compañías de alquiler o venta puedan dar a los contenidos. La mayoría apuesta por Windows Media Player, el único reproductor que cumple con los requisitos de seguridad de varios estudios, pero solo está disponible para ordenadores Windows. Por ello las pocas tiendas que se han animado en nuestro país a ofrecer vídeo bajo demanda, como Pixbox -de Telefónica- o FilmTech, limitan el uso a ordenadores con el sistema operativo de Microsoft.

Con tantos obstáculos sólo hay un puñado de iniciativas. Una de las pocas que permite descargar una película y verla en el televisor sin un PC es Butaca TV, de InOutTV. Utiliza la señal de TDT para enviar una selección del contenido a un descodificador con disco duro. Si el usuario no está interesado las borra y recibirá otras ofertas. El precio del alquiler oscila entre los 2,5 y los 4,5 euros.

La alternativa, para muchos, acaba siendo el P2P y la piratería. Bajarse una película, grabarla y reproducirla en la tele. El 52% de los usuarios de Internet en España lo hace, según la Asociación Europea de Publicidad Interactiva. El mercado para el vídeo bajo demanda existe. Sólo hace falta canaliza anunció un impulso para crear un único sistema válido para toda Europa y pidió a los estudios que trabajen para conseguir herramientas comunes de trabajo y protección. Por último, está la protección que las compañías de alquiler o venta puedan dar a los contenidos.

La mayoría apuesta por Windows Media Player, el único reproductor que cumple con los requisitos de seguridad de varios estudios, pero solo está disponible para ordenadores Windows. Por ello las pocas tiendas que se han animado en nuestro país a ofrecer vídeo bajo demanda, como Pixbox -de Telefónica- o FilmTech, limitan el uso a ordenadores con el sistema operativo de Microsoft.

Con tantos obstáculos sólo hay un puñado de iniciativas. Una de las pocas que permite descargar una película y verla en el televisor sin un PC es Butaca TV, de InOutTV. Utiliza la señal de TDT para enviar una selección del contenido a un descodificador con disco duro. Si el usuario no está interesado las borra y recibirá otras ofertas. El precio del alquiler oscila entre los 2,5 y los 4,5 euros.

La alternativa, para muchos, acaba siendo el P2P y la piratería. Bajarse una película, grabarla y reproducirla en la tele. El 52% de los usuarios de Internet en España lo hace, según la Asociación Europea de Publicidad Interactiva. El mercado para el vídeo bajo demanda existe. Sólo hace falta canalizarlo. Si se hace bien, en 2011 sus ingresos podrían superar, en Europa los 250 millones de euros, según ScreenDigest.

 

[Fuente: ariadna]

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