El calor mata (a veces)
En la últimas semanas, se está diciendo, desde algunos centros meteorológicos internacionales, que nos espera un verano muy caluroso. Se compara incluso con el famoso verano de 2003. ¡Que nos pillen confesados!
Ojo, el calor mata. Y mata por exposición directa –golpes de calor– o por duración prolongada del mismo. Es una de las conclusiones que se han presentado en la reciente reunión científica sobre Riesgos Climáticos en el Mediterráneo (RIMARC). Y mata más que el frío. Lo vimos claramente en el citado verano de 2003. En Francia, más de 11.000 muertos; y en España –aunque nunca hubo un informe oficial al respecto– las víctimas se elevaron por encima del millar.
A partir de ese año la Administración pone en marcha todos los veranos el Plan de Prevención de Olas de Calor. El funcionamiento es sencillo: se fijan unos umbrales de temperatura máxima y mínima en cada una de las provincias y en caso de que la predicción meteorológica señale que se pueden rebasar, se da la alerta –hay diferentes niveles– y se activan los mecanismos de protección civil y de atención sanitaria previstos.
Además, algunas Comunidades Autónomas (por ejemplo, Valencia) han desarrollado sus propios planes que ajustan más los umbrales de temperatura. Y la información se suministra también en inglés para que los turistas puedan conocerlo.
No es ninguna broma. Hay grupos de población muy sensibles al calor. Las cifras de víctimas se disparan por encima de los 75 años. El calor agrava afecciones respiratorias y cardiacas… Así que, atentos a las alertas a partir de ahora.
Fuente: Jorge Olcina
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