VIGILANCIA. Dos funcionarios patrullan de uniforme por la ciudad.
Se aceleran las negociaciones con los sindicatos para reducir la plantilla de empleados públicos.
El titular de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, ha emprendido una carrera contra el calendario. El ministro se reunió hace tres semanas en la sede del Ministerio con los sindicatos para avanzar un acuerdo sobre la jubilación anticipada de los funcionarios.
Si lo consigue, introduciría los pactos en la Ley de Reforma de la Seguridad Social a través de una serie de enmiendas. Sin embargo, los plazos, sin contar con un posible adelanto de las elecciones, son muy limitados, ya que los próximos comicios generales se prevén para marzo de 2008.La jubilación anticipada y la parcial son dos de las propuestas incluidas por Sevilla en su plan para reducir la edad media de la plantilla de las administraciones y modernizarlas. Sin embargo, desde el inicio de la legislatura, ambas medidas han sido rechazadas por los ministros de Economía, Pedro Solbes, y de Trabajo, Jesús Caldera, por sus enormes costes y porque colisionan frontalmente con sus políticas de exigir a las empresas y sindicatos que no negocien ningún nuevo plan de bajas incentivadas (ERE) que incluya prejubilaciones. En la prejubilación, una parte del gasto de éstas la financia la Seguridad Social y se están sobrecargando las cuentas públicas.Por otra parte, existen multitud de estudios que denuncian que este tipo de medidas desincentivan a los trabajadores durante los años anteriores a la edad de jubilación anticipada, creando unas expectativas de salida de la Administración mucho antes de su llegada efectiva. Además, estas medidas van en contra de las propuestas de Caldera de reforzar las cuentas de la Seguridad Social incentivando la prolongación de la vida laboral más allá de los 65 años, con pagas adicionales que incrementan la pensión en un 2% anual por cada ejercicio o mediante la subvención de los costes laborales de las empresas que contratan a trabajadores mayores de edad. “Una empresa tan especial como es la Administración Pública debería ser un modelo de lo que se conoce como jubilación flexible, por lo que debemos ser capaces de arbitrar medidas para que desde los 61 a los 70 años haya distintas fórmulas de jubilación”, alega Jordi Sevilla.rejuvenecer la plantillaSegún sus datos, la edad media de los funcionarios es de 47 años, pero el objetivo del departamento es rejuvenecer la plantilla de la Administración y, sobre todo, que los empleados que se hayan quedado ‘descolgados’ de la renovación tecnológica puedan dejar paso a los más jóvenes.
Por Xavier Gil Pecharromán
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