LUZ VERDE
Así funcionan las tres:
¿Que el invento de Edison no contamina? ¿De dónde crees que sale la electricidad? Pero en la UE se les ha encendido la lucecita para pasarnos a las LÁMPARAS DE BAJO CONSUMO en 2010 .
No había que ser una lumbrera, pero tampoco nadie proponía formalmente en la Unión Europea acabar con una tecnología que tiene más de un siglo, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Era tan sencillo como entender que la bombilla de toda la vida (la incandescente) emplea solamente el 5% de la energía que se le suministra en generar luz. El otro 95% se desperdicia en forma de calor. Y teniendo en cuenta que el 15% de la electricidad que gastamos en Europa se dedica a ellas, el ahorro en contaminación equivaldría a que cada año seis grandes centrales eléctricas que funcionen con combustibles fósiles se apagaran. ¿Y eso es mucho? Muchísimo: como dejar de emitir seis millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, dice el fabricante de bombillas Osram. ¿Más claro? Representa el 2% de las emisiones contaminantes de todo el Viejo Continente junto. Lo chisposo del asunto es que la propuesta se hizo en marzo precisamente en un edificio del Consejo de Europa, en Bruselas, que suele pasar las noches inexplicable e inútilmente encendido. Incluso fue el foco de las mofas de la campaña de apagado de sedes oficiales promovida por la Federación de Compañías de Lámparas. Son las mismas compañías que harán entender a otras que la lucha contra el calentamiento global también alumbra nuevos negocios. Porque son ellas quienes fabrican los tubos fluorescentes que han dado paso a las bombillas que hoy llamamos de bajo consumo (las CFL o compact fluorescent lamp) que la UE va a imponernos en 2010. ¿Y qué son? Una versión reducida y mejorada de esos tubos con gas, capaces de dar la misma luz que una bombilla incandescente pero que gastan una quinta parte que esta (véase gráfico en la pág. anterior). Te suenan porque son esas que no se encienden de primeras –al principio la habitación parece una timba clandestina de póquer– sino que tardan unos segundos en lucir completamente. Esto y su precio son sus únicos defectos. Pero es el chocolate del loro; porque, sí, las CFL cuestan más del doble que la de Thomas Edison, pero duran 10 veces más.Aun así, las CFL son solamente un paso intermedio hacia el verdadero objetivo de la medida: enroscar en toda la Unión las bombillas LED (light emitting diode). ¿Última tecnología? Según se mire. Nos vanagloriamos ahora de que vamos a sustituir un invento que Edison dio a luz en 1879. ¡Qué escándalo! Ya, pero lo que pretendemos es pasarnos a una brillante idea que anda por el mundo desde 1939. ¡Qué atraso! ¿Sí? Pues resulta que, aunque pocos lo sepan, Einstein no se llevó el Nobel de Física en 1921 por su Teoría de la Relatividad, sino por descubrir los principios que explican el funcionamiento de las cacareadas bombillas LED. ¿Atraso, decías?
Apaga y vamonos (al LED)El plan de la Comisión Europea es que desaparezcan las bombillas incandescentes en favor de las CFL. Y después, pasarnos al LED.
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