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JUAN MARTIN DÍEZ , El Empecinado (Biografia)

Juan Martín Diez, el Empecinado, la pesadilla de Napoleón .
  • Nació en 1775 en Castrillo de Duero (Valladolid). Hijo de labradores, tuvo desde muy joven una gran vocación militar. Tras la invasión francesa de 1808, dirigió una guerrilla contra los soldados galos, convirtiéndose en el azote del considerado mejor ejército del mundo y en un héroe popular.
  • Constituyó el paradigma de los guerrilleros que se enfrentaron a la invasión francesa de España en 1808 Su brillantez militar y su pericia para las emboscadas y refriegas le granjearon un gran prestigio, convirtiéndose en sinónimo adecuado para ensalzar la valiente y obstinada combatividad hispana.
  • Este símbolo de rebeldía y patriotismo nació el 5 de septiembre de 1775 en Castrillo de Duero (Valladolid). Sus padres eran simples labriegos que alimentaban su abundante prole con la tradicional abnegación que acompañaba a las gentes del campo.
  • Juan abandonó a edad temprana los estudios para intentar ser militar, su auténtica vocación. Fue en la Guerra del Rosellón (1793‑1795) donde recibió su bautismo de fuego al servicio del general Ricardos, de quien llegó a ser su más fiel ordenanza.
  • En este conflicto librado entre España y Francia, el Empecinado ‑llamado así como todos sus paisanos por unas características lagunas de su pueblo natal sembradas de tierra pecina: el cieno verde de aguas en descomposición descubrió los rigores de la guerra, además de las claves para la dirección de soldados en campaña.
  • Al concluir el conflicto, regresó a su tierra dispuesto a retomar las labores agrícolas. En 17096 se casó con Catalina de la Fuente, oriunda de Fuentecén (Burgos), don pareja quedó radicada. En abril de 1808 diversas unidades del ejército galo transitan los parajes burgaleses, y un altercado e un sargento francés y una lugareña des espíritu indómito del castellano. Tras n al militar gabacho, se echó al monte un puñado de familiares y vecinos dispuesto a ofrecer resistencia al ocupante.
  • Desde ese momento, la pequeña guerrilla se dedicó al asalto constante de las líneas de aprovisionamiento francesas, convirtiéndose en azote del que era considerado mejor ejército del mundo. Tras un efímero paso por el Ejército Regular español, el bravo vallisoletano vio cómo el número de su partida se incrementaba hasta los 6.000 efectivos, gracias a los certeros golpes ocasionados al atónito enemigo.
  • El propio Napoleón se interesó por el problema que suponía aquel contingente dirigido por un rudo labriego, y destacó a Leopold Hugo, uno de sus generales eficaces, para cazar al fiero resistente hispano. Aunque, el militar, padre del futuro escritor Víctor Hugo, nada pudo hacer la habilidad táctica del Empecinado, quien supo escabullirse de las trampas ten para lograr su apresamiento o muerte.
  • En 1811, Martín Diez ya era un aclamado héroe popular, avalado por innumerables acciones teñidas de audacia y gallardía.
  • Las propias Cortes gaditanas le concedieron el rango de brigadier ese mismo año, cuando se encontraba al frente de numerosas tropas en Guadalajara. Más tarde encabezó una expedición por tierras aragonesas y llegó a merodear Madrid con la intención de secuestrar al mismísimo José Bonaparte, rey ocasional de España.
  • Méritos no faltaron en su ya extenso currículo bélico, acabó la guerra en 1814 comandando más de 10.000 hombres con la graduación de general. Pero la vuelta al trono del Deseado Fernando VII supuso un serio retroceso para la ambición liberal, en cuyas filas se encontraba el Empecinado, quien sugirió a su monarca que asumiera la Constitución de 1812, en detrimento del absolutismo del que hacía gala el Borbón.
  • Ésta petición fue, como es obvio, rechazada, y el antiguo guerrillero, por entonces mariscal de campo, fue condenado a un exilio del que salió el 1 de enero de 1820, tras el pronunciamiento del general Riego. En el famoso Trienio liberal que siguió a continuación, Juan Martín se consolidó como garante de la máxima expresión constitucionalista y combatió los diversos brotes absolutistas protagonizados por viejos compañeros suyos, como el cura Merino.
  • En 1823, la irrupción en España de los Cien mil hijos de san Luís en apoyo del soberano español desató una nueva guerra, llamada de La Lealtad, que aplastó a los defensores de las ideas preconizadas por la Constitución de Cádiz. E1 Empecinado tuvo su particular enfrentamiento contra el poder hasta ser detenido en Olmo (Valladolid), y desde allí fue trasladado sufriendo graves humillaciones hasta Roa de Duero (Burgos).
  • El 19 de agosto de 1825 fue conducido al cadalso donde le esperaba una soga. El bravo combatiente por la libertad exigió sin resultado que le fusilasen como militar era, y en un acceso de rabia rompió sus grilletes y se lanzó sobre sus captores, que le cosieron a bayonetazos. Su cuerpo fue colgado y exhibido públicamente escarmiento. Desde entonces su ley incrementó y aquel mote otorgado por nacimiento adquirió carta de naturaleza para definir a los tercos que no se rinden si piensan que sus postulados son los justos

1 comentarios:

indecible dijo...

Gracias por la información. Estoy escribiendo un libro sobre palabras comunes que tienen su origen en nombres propios, y voy a incluir "empecinar". Originariamente "Empecinado" no significaba eso, sino que venía de "pecina" (pez o cieno). Pero fue gracias a la actitud de Juan Martín Díez (apodado "el empecinado") como surgió el verbo "empecinarse" que actualmente significa obstinarse, resistirse a cambiar de opinión.

Saludos.