¿Superaría una situación de peligro?

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■ Fotos Cursos de conducción. ¿Sabemos salir airosos de una frenada de emergencia o de cualquier otra situación de peligro en la carretera?. ¿Lo hemos probado alguna vez?. En la escuela de conducción de Tepesa imparten este tipo de conocimientos,que, como montar en bicicleta, quedan grabados para siempre.

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Conducir, como cualquier deporte,precisa práctica. Pero pasar de novel a veterano no significa que, a la hora de enfrentarnos a una situación de peligro, nuestra reacción vaya a ser la correcta y nos salve de un accidente. En la escuela de conducción de Tepesa imparten este tipo de conocimientos,que, como montar en bicicleta,

quedan grabados para siempre.

¿Es suficiente lo que aprendemos en la Autoescuela o incluso en el día a día, para enfrentarnos a la carretera?. ¿Sabemos salir airosos de una frenada de emergencia o podríamos asegurar cómo frena un coche con y sin ABS?. ¿Lo hemos probado alguna vez?.

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SITUACIONES DE PELIGRO
¿Cómo actuar o reaccionar ante una situación de peligro si nunca antes nos hemos enfrentado a ella? En la mayoría de los casos conducimos por instinto y no conocemos en absoluto las técnicas aplicables ante una situación inesperada; y si en algún caso sabemos algo de la teoría, nunca hemos tenido la posibilidad de llevarla a la práctica. Los cursos de Tepesa tratan de elevar el nivel de seguridad en la conducción y de dotar al alumno de los conocimientos técnicos y prácticos necesarios para controlar el automóvil en situaciones de emergencia.

Al finalizar un curso, lo que más llama la atención, según Pedro Hernández, instructor de Tepesa, es «el cambio en la valoración personal subjetiva que cada conductor tiene sobre sí mismo y sobre su capacidad de control al volante». Esto quiere decir que se toma realmente conciencia de que las leyes físicas actúan sin piedad y de que a baja velocidad (30 o 50 km/h) no somos capaces de manejar el vehículo en numerosas situaciones inesperadas.

En España, además, «un país donde la mayoría de conductores nos creemos un Fernando Alonso en potencia », como apunta el instructor, la mayor parte de los que aterrizan en estos cursos ni siquiera han probado sus propios frenos, aunque aseguran que están preparados para controlar el coche a 140 km/h y haber alcanzado alguna vez, como su máxima velocidad al volante, los 200 km/h. «Al finalizar el curso, sabes que a 140 km/h, si te surge una situación de riesgo –un conductor suele enfrentarse, como media, a dos situaciones de emergencia en su vida– estás bastante vendido», añade.

La formación que se da en este tipo de escuelas debería formar parte de la preparación de todo conductor. «La información y la experiencia se quedan grabadas; desde luego, se pierde nivel si no se practica, como pasa con los deportes, pero la reacción correcta queda aprendida. De hecho, se nota muchísimo quien llega a estos cursos con algo de formación anterior», concluye Hernández.

FRENADAS DE EMERGENCIA
Para enfrentarse a una frenada de emergencia, caso de un camión cruzado en la carretera a 10 metros, por ejemplo, se debe pisar el freno, ejerciendo toda la presión posible y de una sola vez, al tiempo que accionamos el pedal del embrague, tanto en modelos con ABS como sin él, y durante todo el tiempo que dure la frenada. De este modo, además de evitar que el vehículo se cale, se consigue desconectar la fuerza del motor, por lo que éste no empuja y se reduce el recorrido de frenada, vital en estos casos.

Ahora bien, a la hora de evitar el obstáculo, mientras que el ABS logra que no se bloqueen las ruedas, en un coche sin este sistema es necesario aliviar la presión del pedal para conseguir que las ruedas giren. El freno de mano no debe de utilizarse bajo ninguna circunstancia en una frenada de emergencia, pues en casi la totalidad de los modelos comercializados actúa sobre las ruedas traseras, por lo que éstas tenderían a «adelantarse » y provocar un trompo. Además, la distancia de frenada se duplica.

[Fuente: xlsemanal]

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