El Coche de hidrógenos más pequeño

TECNOLOGÍA PUNTA

► El coche de hidrógeno más pequeño.

■ El H2 ECO CAR es un coche de juguete que se mueve con hidrógeno que llega de la mano de Imaginarium. Es la mínima expresión en vehículos que funcionan con hidrógeno. Su pequeño depósito es capaz de convertir el hidrógeno almacenado en tres minutos de movimiento. La carcasa transparente permite ver el mecanismo interior y seguir el proceso. Las energías renovables se han convertido en uno de los grandes temas de discusión de nuestra época. Primero, la altísima factura por los derivados del petróleo y, desde hace menos tiempo, el efecto del calentamiento global las han puesto en el centro de las conversaciones y las miradas. Ya no es extraño ver vehículos movidos por combustibles alternativos a los fósiles:de origen vegetal (girasol y maíz) o con motores eléctricos. Pero la gran esperanza es el hidrógeno.

Mientras llegan estos vehículos, ya podemos usar el coche de hidrógeno más pequeño del mundo, de la mano de Imaginarium. Desde luego, no sirve para desplazarse, pero sí para que los chavales de más de 12 años entiendan la forma en la que sucede la reacción química con el hidrógeno, y sus beneficios ecológicos. Además tendrán que aprenderlo desde el principio, ya que el coche viene desmontado.

Por ello lo primero que hay que hacer es montar el interior del coche. En el chasis se ensambla el cilindro de almacenamiento de hidrógeno, que es como un globito, y la célula de combustible. Por otro lado nos encontramos con la estación de hidrógeno y un panel fotovoltaico. Esta estación tiene un depósito que hay que rellenar con el elemento imprescindible para que nuestro coche funcione: agua. Después, usando la luz solar o pilas (si no hay sol), se empieza a producir la primera reacción química. Esta se denomina electrolisis del agua, y es la que con agua y electricidad, genera hidrógeno y oxígeno. El hidrógeno se almacena y el oxígeno podemos ver cómo se escapa en forma de burbujas a través del tanque de agua.

Antes de hacer que el hidrógeno entre en el cilindro del coche, tenemos que purgarlo de cualquier tipo de gas, que podría hacer que el coche no funcionase. Una vez hecho esto ya se puede cargar el hidrógeno en el coche sin problemas. Ponemos en marcha la estación de hidrógeno y, como si de un surtidor de gasolina se tratase, lo enchufamos a nuestro coche. El depósito se llenará de hidrógeno, y entonces ya podremos separar el coche de la estación.

El H2 ECO CAR ya estará listo para funcionar, y ahí es donde entra en acción la segunda reacción química. Para ello hace falta la célula de combustible, que no es nada nuevo, ya las usaban las expediciones lunares de los años 60. Se basa en hacer que el hidrógeno entre en contacto con el oxígeno en la célula de combustible, lo que genera electricidad y hace que nuestro coche se mueva. Además de energía, se genera una mínima cantidad de vapor de agua, prácticamente imperceptible. Con todo este montaje tenemos autonomía para que funcione hasta tres minutos, al cabo de los cuales tendremos que reiniciar la operación.

Puede que por 125 euros haya coches más espectaculares, pero seguro que no son más educativos y divertidos.