EL BARÓN ROJO (Biografía)

El Barón Rojo (Piloto de aviación):

Manfred von Richhofen, su nombre.
Nació en 2 de mayo de 1892 en Breslav, Prusia oriental (actual Polonia).
El mayor de tres hermanos.
80 victorias.
'Circo volante', el nombre de su escuadrón.
Grandes dotes de aviador.
Su familia pertenecía a la aristocracia terrateniente.
Su padre se dedicó a la carrera castrense, llegando a ocupar un alto cargo en el Regimiento Ecuestre de Ulano nº 12.
Se incorporó a la academia militar en 1909
Tres años más tarde ya era Teniente del Primer Regimiento de Ulanos.
Obtuvo diversas condecoraciones, la Cruz de Hiero de segunda clase, entre ellas.
En mayo de 1915, ingresó en Fuerza Aérea Imperial.
Tuvo que examinarse tres veces para obtener el título de piloto.
Se convirtió en un experto oteador y fotógrafo.
Se unió a los pilotos de cazas a instancias de OswalBoelcke, cerebro de la severa restructuración, que estaban sufriendo las unidades aéreas del Ejército alemán.
Las victorias empezaron a llenar su expediente.
Se convirtió en un experto con gran habilidad, en el manejo de su biplano 'Albatros'.
En enero de 1917 recibió la Cruz Pour le Merite, tras obtener su victoria número 16, convirtiéndose, de facto, en el mejor piloto de caza alemán tras el fallecimiento de anteriores ases.
Se le encomendó dirigir al Jasta11, escuadrilla bastante devaluada, con pocas hazañas en su haber.
Mandó pintar su avión de color rojo al llegar a la base, para que el enemigo supiera con quién se enfrentaba, infundiéndoles valor a sus hombres.
El Jasta 11 empezó a cosechar éxitos, las victorias se sucedían.
5.000 libras, valoración que pusieron los británicos a su cabeza.
El Barón Rojo -conocido con este sobrenombre por su título de nobleza y el color de su avión- ordenó a sus pilotos que pintaran sus biplanos con llamativos colores. Así nació el famoso Circo volante de Richthofen, con sus 14 biplanos.
En el caso de la I Guerra Mundial (1914-1918) los llamados ases de la aviación, fueron los militares más significativos y representativos de ese conflicto.
Finalmente recibió el encargo de dirigir la primera ala de caza de la Historia aérea, la Jg1, integrada por los Jasta 4, 6, 10 y 11. Esta unidad consiguió durante su existencia derribar 644 aviones enemigos, frente a los 56 aparatos propios que perdió.
El 6 de Julio de 1917, una bala perdida impactaría en la cabeza del Barón Rojo, provocándole una terrible herida de la que no se recuperaría jamás.
Las autoridades alemanas pensaron en retirarle, para ofrecerle como ejemplo vivo de la opinión pública. Sin embargo el quiso seguir volando.
El 21 de Abril de 1918 afrontó su última misión. La orden consistía en explorar los territorios cercanos al río Sommes (Norte de Francia). De repente la formación del Barón Rojo se topó con una escuadrilla de SpwithCamel canadienses, de reciente aparición en aquel campo de operaciones. No se sabrá si fueron las balas del Capitan canadiense Roy Brown o la artillería antiaérea australiana. Lo cierto es que a las 10,50 h. de la mañana, Manfred cayó contra el suelo víctima de una bala en el corazón. Al día siguiente, los enemigos que tanto le habían temido y respetado, le enterraron donde cayó con todos los honores.
En su lápida se pudo leer esto: