Calvario de un enfermo de cáncer (y IV).- Bioxia de próstata
• MEDICINA Y SALUD
■ 30/10/2007
A las 12,20 horas acudimos mi esposa y yo al Hospital, para que me hagan una bioxia de la próstata.
La Sala de espera estaba llena de enfermos y familiares de los mismos.
Sobre las 14 horas, soy llamado por una enfermera. Una vez dentro, me tumban de lado en una camilla y trás ciertas advertencias de la Dtra, en el sentido de las molestias que iba a padecer, me introducen por el ano un aparato cilíndrico de aproximadamente unos 15 cm de longitud y unos 1,5 cm de sección.
Dicen que se trata de un momento y que sólo molesta un poco.
El tiempo que tardaron conmigo, me pareció un mundo, se me revolvió el estómago y me dolió bastante. El aparato lo entraba y el dolor que se acentuaba, máxime más cuando realizaba los microcortes; microcortes que me parecieron percibir como verdaderos calambrazos en la zona y resto de mi cuerpo.
Terminada la extracción, la Dtra. Sevilla, acompañada de una enfermera me indica que ya me llamarán para que vuelva a consulta cuando tengan los resultados.
Salimos de la sala. Mi mujer bastante preocupada por los momentos amargos que me habían hecho padecer -no sin, en todo momento, pedirme disculpas por ello e irme dando ánimos constantemente y yo con un verdadero malestar del cuerpo.
Un día bastante amargo y que tardaré en olvidar; si es que algún día lo olvido.
0 comentarios:
Publicar un comentario