Unidos frente a la adversidad
El ministro de Justicia también terció ayer en el debate sobre la posibilidad de que las chicas de 16 años puedan interrumpir un embarazo sin consentimiento paterno. «Debemos ser conscientes de que una mujer de 16 años hoy puede contraer matrimonio y decidir ser madre –dijo Francisco Caamaño– y puede, entre otras cosas, con su solo consentimiento, permitir una operación a corazón abierto». A renglón seguido, el titular de Justicia añadió que «si puede hacer todas estas cosas, debemos reflexionar también si debe o no hacer las otras».
Caamaño dejó claro que la actual ley adolece de «importantes vacíos de los que todos somos conscientes», por lo que parece «oportuna» la reforma de la normativa, en la que se recogerá la doctrina del Tribunal Constitucional sobre el derecho a la objeción de conciencia de los médicos.
Mientras el ministro de Justicia defendía la propuesta, su homóloga de Igualdad celebraba sus últimas reuniones de la ronda de contactos. Ayer le tocó el turno a organizaciones feministas, la Federación Provida y Derecho a Vivir, con los firmantes de la «Declaración de Madrid». Encontrar un punto de encuentro entre los grupos provida y el Gobierno es «difícil». Y es que tan sólo han logrado un lugar de encuentro en las reuniones: que la situación actual no satisface a nadie y que la solución pasa por mejorar en educación e información. Sin embargo, Alicia Latorre, presidenta de Provida, aclaró que «no queremos que la mujer a la que se le practique un aborto vaya a la cárcel. No vamos contra nadie».
Los representantes de la «Declaración de Madrid» denunciaron que la reunión con Aído –que se celebró a última hora, después incluso del balance final– ha sido un mero acto de propaganda. «Esta nueva ley será una ‘‘segunda parte’’ de la actual: no se va a cumplir y va a multiplicar los abortos», aseguró Luis Chiva, de Ginecólogos por el Derecho a Vivir.
Las feministas, por su parte, declararon su conformidad con el aborto libre a los 16. Según Altamira Gonzalo, de Mujeres Juristas Themis, antes de la Ley de Autonomía del Paciente de 2002 ya se practicaba de facto.
Fuente: La Razón.
0 comentarios:
Publicar un comentario