Biografía.- Olga Ramos

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• BIOGRAFÍAS

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Motorizada. Olga Ramos pasea caracterizada en un vehículo de época.

♦ {20-VII-1918 25-VIII-2005}

► Olga Ramos. La reina destronada del cuplé.

■ Cupletista. Nacida en Badajoz, pisó los escenarios por primera vez con 13 años. Regentó el local madrileño El Último Cuplé, un segundo hogar donde montó con gran éxito su espectáculo "Las noches del cuplé" y donde posteriormente también le acompañó su hija. Fue galardonada en 1999 con la Medalla al Mérito en el Trabajo .

Cuando en 1999 la especulación del suelo nos obligó a abandonar nuestro viejo local de la calle de la Palma, mi madre aún no tenía arrugas en la voz. De no ser por aquella infamia, hubiera seguido ofreciendo el mejor decir del cuplé. Tenía calculado cada centímetro del coqueto escenario y con garbo y elegancia sorteaba las dificultades derivadas de su artrosis. ¡Qué magnetismo cuando se abanicaba o cuando se ceñía el mantón! Pero el súmmum era cuando recogía en sus amorosas manos el violín y lo hacía hablar… Recuerdo una Nochevieja en que nos visitó Plácido Domingo. En un momento dado, Plácido comenzó a cantar el famoso dúo de La Verbena de la Paloma, aquél que dice: "¿Dónde vas con mantón de Manila? ¿Dónde vas con vestido chinés?". La respuesta se la dio Olga al violín. Al terminar, Plácido dejó constancia del prodigio de aquel dúo singular, escribiendo en nuestro Libro de Firmas: "¡Nunca tuve mejor partenaire que el violín de Olga Ramos!".

Mi madre siempre fue muy familiar y protectora. "Tiró del carro" al terminar la Guerra ayudando a sus padres y hermanas. Luego, cuando se casó con su Cipri, renunció a una carrera en solitario que le hubiera reportado, seguramente, mucho más éxito. Como dijo la periodista Lola Aguado, Olga decidió "no ser", como Hamlet, y no meterse en el mundo de la farándula "que estaba muy corrompido". Eligió el marido tipógrafo-arreglador, el cestito, el infiernillo de alcohol en la pensión. Y esperó su turno, que le llegó en "su alegre otoño", y desde su primer local, Las Noches del Cuplé, descubrió al público otra manera deliciosa de cantar cuplé.

Excepto para la música, que era muy exigente, Olga tuvo siempre gustos sencillos. Nunca fue diva, aunque por sus estudios y arte tenía todas las papeletas para serlo. Le gustaba rodearse de gente joven y tuvo la suerte de lograrlo hasta el final de sus días. Pasó sus últimos años en el campo, lo que alargó el latir de su cansado corazón.

Salía poco, prácticamente sólo viajaba a Madrid para sus controles médicos. La anécdota siguiente ocurrió en la consulta de su cardiólogo. Estábamos en la sala de espera, cuando se acercó una joven señora que llevaba de la mano a una niña de unos 9 o 10 años. Nos pidió permiso para saludarla y le dijo a su hija: "Esta señora es Olga Ramos. No la olvides nunca porque es una institución".

Olga Ramos fue la artista del pueblo y aunque las instituciones la habían olvidado, el pueblo nunca lo hizo. Ahora parece que le pondrán una vía, espacio o centro para perpetuar su memoria. Bienvenida sea la iniciativa, aunque ella ya se había ganado un rincón en el "inquilino del interior izquierda" (corazón) de los que la conocieron.

[Fuente: Olga María Ramos, cupletista, es hija de Olga Ramos]

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