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También se mojan (I)

ANIMALES.

► Lo mismo para sobrevivir que por puro exhibicionismo.

■ Hace 1.430 millones de años, en las profundidades marinas los únicos seres vivos del planeta eran unos microbios arracimados en torno a unos pequeños cráteres conocidos hoy como chimenas hidrotermales. Alrededor, oscuridad y silencio, roto únicamente por el monótono burbujeo del agua caliente que brotaba de ellos en un eterno surtir.

El reciente descubrimiento al norte de China de los fósiles de esta escena refuerza la teoría que considera los océanos como la patria primera y ancestral de cualquier ser vivo. Desde entonces, la diversificación de especies ha constituido una historia de adaptación al medio acuático, emancipación de este en favor de horizontes más secos y, en muchos casos, de regreso al fluido hogar.

Los testimonios de esas idas y venidas evolutivas se encuentran hoy en día a disposición de quien sepa observarlos desde la perspectiva adecuada. Como la bióloga Ann Gaeth, de la Universidad de Melbourne (Australia). Tras estudiar los fetos de varios elefantes africanos, comprobó que varios de sus rasgos apuntaban a unos ancestros de agua salada: la presencia de unas aberturas renales llamadas nefrostomas, características de animales acuáticos o ponedores de huevos, y el hecho de que la trompa apareciese en una fase muy temprana del desarrollo embrionario. En algún momento, la probóscide pudo servir como snorkel para respirar dentro del agua. La teoría más extendida es que uno de sus tatarabuelos, llamado Tethytheria, salió de los mares y dio lugar a dos progenies: una de ellas desembocó en los elefantes actuales, y a la otra le resultó demasiado trabajoso ganarse la vida en ese medio, por lo que regresó al húmedo elemento para convertirse poco a poco en los manatíes y dugongs actuales.

Sin embargo, las focas y las ballenas proceden del camino contrario. Hace unos 60 millones de años, su antepasado terrestre se dirigió al océano, y en solo ocho millones de años ya había dado lugar a una prole de mamíferos marinos .

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