■En una nómina de inventos, por pequeña que ésta sea, no puede faltar el Braille, un lenguaje inventado por quien le dio su nombre al conjunto de signos que facilitó la tarea de lecto-escritura a los no videntes.
Luis Braille (1809-1852) nació en Coupvray, Francia, el 4 de enero de 1809.
Debido a que había quedado ciego a los tres años, estudió en el Instituto Nacional de jóvenes ciegos de París. Era un estudiante que poseía dotes para la ciencia y la música e interpretaba órgano y violonchelo.
Posteriormente, empezó a ejercer como profesor en dicho Instituto; y comenzó a trabajar en un sistema propio de lectura y escritura para ciegos, modificando el lenguaje de puntos de Barbier que servía para enviar mensajes cifrados del ejército. A los 15 años, el joven Louis Braille inventaba un sistema de puntos que iba a perdurar y facilitar la comunicación escrita.
Así nació el lenguaje Braille para ciegos, que utiliza puntos y guiones en relieve sobre cartón, y ha seguido usándose con algunas modificaciones de acuerdo a las adaptaciones a cada lengua, hasta la actualidad.
El braille, por ser originario de Francia, utilizó muchos símbolos correspondientes a las 64 combinaciones de los seis puntos que lo originan, para representar acentos especiales correspondientes al francés. Al utilizarse en otros idiomas, las combinaciones de puntos braille cambian de significado. Inclusive, por ejemplo, los puntos finales y signo de mayúscula cambian del español al inglés.
Los ciegos tienen muy desarrollados los otros sentidos. Leen al tacto, pasando sus dedos por el texto, marcado por puntos y guiones en relieve.
Este es el sistema básico:
El braille es un alfabeto en el que se lee moviendo la mano de izquierda a derecha, pasando los dedos por cada línea. Una celda de braille consiste de seis puntos en relieve perceptibles al tacto. Al arreglar los puntos en varias combinaciones, se pueden formar 64 patrones diferentes.
Más información: http://fbraille.com.uy/alfabeto/
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