■ El crecimiento de intentos de fraude ha crecido a gran velocidad en los últimos tres años.
Advierten a los usuarios que nunca faciliten sus claves por Internet.
El Banco de España considera que los intentos de fraude por Internet han crecido "de manera alarmante" en los tres últimos años y recuerda a los usuarios que nunca deben facilitar los dígitos de su firma electrónica ni sus claves, que por otra parte nunca son requeridas por las entidades bancarias.
Así lo destaca en la memoria del servicio de reclamaciones del banco correspondiente a 2006, en la que se señala que estos intentos de fraude se realizan principalmente a través del ataques "phishing" para conseguir las claves de los clientes de banca electrónica y poder acceder así a sus cuentas con fines delictivos.
Los usuarios que nunca deben facilitar los dígitos de su firma electrónica ni sus claves.
El creciente volumen de esta clase de fraudes se ve agravado por la mayor sofisticación de estos ataques y a la aparición de técnicas más novedosas y específicas.
En la memoria se recuerda que, según los datos ofrecidos por el Servicio Antiphishing de Telefónica, el número de casos detectados por ataques contra entidades ha pasado de 33 en 2004 a 1.184 en 2006, y el número de "spam" (o correo cebo) se ha multiplicado por cuatro, hasta los 704 millones.
Esta situación, genera preocupación e inquietud y la necesidad de adoptar medidas que incrementen la seguridad en la red, destaca el organismo.
A los tipos de fraude más conocidos (como phishing o pharming), últimamente se ha unido otro tipo de amenazas, aún más peligrosas que las anteriores (amenazas web, bots y botnets, spam de imágenes, fraude por clics de software publicitario...), con el objetivo de introducir un sofware malicioso o programas espías en los equipos de los usuarios de servicios financieros, muy difíciles de detectar, agrega.
El fraude se comete cuando, una vez capturadas las claves del cliente de banca electrónica, el delincuente las utiliza suplantando su personalidad y realizando operaciones bancarias en su nombre.
El más frecuente es la transferencia de fondos a la cuenta de una tercera persona, que casi inmediatamente los retira, lo que dificulta en gran medida las posibilidades de recuperación de los fondos transferidos.
El banco recuerda en la memoria que los usuarios de banca electrónica deben conocer que, "en ningún caso y bajo ningún concepto", sus entidades les solicitarán su firma electrónica completa..
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