Siguiendo el ejemplo de otros proyectos ya consolidados en la Red, como Last.Fm (recientemente adquirida por la CBS por 280 millones de dólares), Pandora o MyStrands, la plataforma ofrece a los usuarios contenidos audiovisuales basados en sus gustos personales. Para ello, al igual que los ejemplos antes mencionados, aplica un algoritmo de inteligencia artificial que permite al sistema ir almacenando los gustos de los internautas. Desde el momento en el que el usuario se registra, y cada vez que emite una valoración, el software va recogiendo los datos aportados hasta construir el ADN televisivo de cada uno de los virtuales televidentes. “Lo realmente importante de la utilización de la inteligencia artificial es que aporta relevancia –sostiene Javier Sánchez, uno de los fundadores–. A la hora de organizar un mundo de contenidos cada vez más numerosos, el usuario tiene una experiencia mucho más satisfactoria”.
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